Alberto Rocasolano ha sumado un nuevo 8B+ a la geografía del bloque española con la primera ascensión de Spirant en Tamajón. Se trata del séptimo problema de esta cotación que suma el escalador madrileño, uno de los más prolíficos en la zona centro. Además, es el tercero de ellos que propone él mismo, mostrando una inclinación aperturista encomiable.
Una lista que comenzó con las primeras ascensiones de Papá oso en Torrelodones (diciembre de 2011) y Charlotte en La Pedriza (marzo de 2012) y continuó con las primeras repeticiones de Tolmojón en Tamajón (abril 2012), de Zarzafar en Zarzalejo (enero 2013), de Laurok en Almenara (febrero 2013) y de El lado oscuro de la fuerza en Castillo de Bayuela (marzo 2013).
Hablamos con el protagonista, que recientemente se ha iniciado como patrocinado por Adidas, para que nos cuente los detalles de su última creación y, de paso, sus sensaciones en vías, ya sea con cuerda como ha venido haciendo por Margalef o sin ella, como hizo en el solo integral de Posible misión 8a en Patones.
¿De dónde sale Spirant?
El nombre significa ‘respiran’ en latín. Es una travesía, que ya hice el año pasado al revés y que entonces llamé Ars magna (obra maestra), y he querido seguir con el rollo del latín. Es un nombre que se me ocurrió porque me he tenido que concentrar mucho en la respiración.
¿Por qué es importante la respiración en este problema?
Sobre todo para llegar bien a los últimos movimientos, que son los más complicados, después de un tránsito que te va inflando los brazos. Y también para ayudarte a concentrarte y llegar más fresco al final.
¿Cómo describirías la línea?
Es una travesía de derecha a izquierda que se divide en dos secciones: una primera que es como un poco de jugar, que te hincha un poco y que sería un 7B+/7C de bloque, y después otra sección que sería 8B de bloque.
¿Cuándo empezaste con ella?
Ya la tenía pensada desde el año pasado, cuando la hice en la otra dirección, pero entonces no la veía muy posible. He tenido que entrenar más resistencia.
¿Es larga?
Sí, más de 30 movimientos.
Y el grado propuesto para el conjunto es 8B+, ¿verdad?
Sí. Con la suma estoy un poco dudoso, pero en comparación con Ars magna que lo propuse de 8B… Pero no lo sé, es una propuesta y luego cuando la gente lo repita ya se verá. En cualquier caso, me ha encantado realizarla.
¿Hablas de grado de bloque o de travesía?
Las dos partes son en bloque, pero son bloques largos y la verdad es que no he hecho ningún otro bloque tan largo de 8B+… tengo también muchas dudas sobre si debe ser grado de bloque o de travesía.
Tamajón es una zona que te gusta especialmente, ¿no? ¿Cuál es tu relación con el lugar?
Es una zona que no abrieron hace mucho tiempo. Había unas vías que empezaron a desequipar y yo lo descubrí hace unos dos años y vi bastante potencial. Sobre todo, es caliza, mientras que en Madrid casi todo es granito, con lo que viene bien para cambiar de roca. El año pasado ya hice varios bloques, repitiendo varios de Nacho Sánchez como Tolmojón que también es 8B+ y haciendo otros nuevos.
Siempre escalas en zonas españolas, ¿no tienes planes de viajar para escalar fuera?
Me gustaría, pero se necesita mucho tiempo libre y con la carrera de ingeniería forestal, el trabajo como socorrista que empiezo este sábado y mi chica, se hace difícil de compbinar. Sacar ella y yo diez días libres que coincidan es complicado.
Lo cierto es que en España hay roca más que suficiente, ¿no?
Sí, por roca y búlders no nos podemos quejar. Cada 100 km a la redonda tienes escuelas. Prefiero explorar y así aumenta la visión de la escalada. Es importante abrir, que aún queda mucho por conocer.
Igual de bloque nos falta un poco, ¿no te parece?
Falta un poco más de cultura aperturista. Los escaladores de más nivel no abrimos todo lo que podríamos. Creo que nos centramos más en nuestros proyectos y nos falta un poco de creatividad sobre la roca: ver líneas, imaginar si se pueden hacer, probarlas…
Es que abrir es mucho más lento…
Muchísimo más. En La Pedriza llevaba tres años buscando un bloque estético, con pasos bonitos y que también tuviera dificultad. No lo encontré hasta la semana pasada.
Así que tienes un nuevo proyecto duro allí. ¿Cómo es?
Es un techo a 90 grados, no tiene muchos pasos, entre diez y quince. Lo hice de pie, que sería 8A+, pero sentado tiene un paso muy duro que aún no he podido hacer y que tendré que entrenar mucho para poder hacer.
También se te ha visto últimamente por Margalef haciendo vías. ¿También le das a la cuerda?
Siempre, casi todas las temporadas he tenido algo de tiempo para la cuerda, que me chifla. Este año intentaré combinarlo un poco más.
Y, antes de terminar, no puedo dejar de preguntarte por el solo integral…
Hice Posible misión 8a en Patones, que es una vía que siempre me ha llamado la atención. Vi que Dani Andrada y Carlos Suárez la hicieron sin cuerda hace años y me picó la curiosidad. Es una modalidad que he practicado mucho en vías más fáciles pero que nunca he querido publicar. Esta vez quería subir el nivel de concentración y de riesgo. La ensayé bastante un par de días antes y al final pude hacerla.
¿Qué te aporta el solo integral?
Son experiencias que te hacen mejorar como persona; te ayudan a concentrarte en ti mismo y en ese momento, en la libertad que sientes escalando… son factores, pensamientos y sentimientos que no sacas en el búlder o la deportiva.
¿Harás más solos en el futuro entonces?
Lo dejó ahí… pero alguno haré.
