Iker Arroitajauregi y Rubén Díaz han encontrado en Hoya Moros su patio de recreo para pasar unos días de verano. Los dos bloqueros bilbaínos han apretado de lo lindo en la zona salmantina, y han dejado su granito de arena en forma de sendas primeras ascensiones de líneas cotadas en 8B+, que se sitúan entre lo más duro del lugar.
Iker Arroita juega al highball
A principios de julio, Iker Arroitajauregi anunciaba en su perfil de Facebook que había realizado dos buenos encadenamientos en Hoya Moros. El primero de ellos, de alta dificultad, y el segundo, mucho más psicológico debido a una más que respetable altura. Indartsu 8B+ había sido abierto por Rubén Díaz y repetido al menos por Alberto Rocasolano.
Según la descripción del propio Arroita, se trata de un bloque de “unos doce movimientos prácticamente en techo, muy físico y de resistencia”, en el que se tuvo que buscar un sistema diferente al de Rubén. Finalmente, consiguió encadenarlo después de tres días de trabajo. A continuación, su vista se posó en las alturas para realizar la primera ascensión de Rude boy 8A, un “subidón de adrenalina a siete metros del suelo”, según su propia explicación.
Y debió de cogerle gusto a las alturas el escalador vasco. Su siguiente objetivo ha unido dificultad y altura en la misma línea, bautizada como Ikara y propuesta de 8B+. “Para mí, es el bloque más bonito e impresionante que he hecho”, asegura Arroita, a quien las fotografías de su creación le dan toda la razón en lo de bonito e impresionante. Ikara consiste en “unos diez movimientos muy mantenidos por una proa perfecta de unos 8 metros, en la que te la tienes que jugar hasta el último metro”. Necesitó cinco días de extenuante lucha psicológica para finalmente poder inscribirlo en su libreta.
El bilbaino todavía tiene previsto exprimir los bloques de Hoya Moros durante algunas semanas más, así que habrá que estar atentos a su actividad.
Rubén Díaz resuelve Aurora sit
Hace años que Aurora 8A se destaca por ser uno de los problemas duros emblemáticos de Hoya Moros. Y la comunidad bloquera que frecuenta el lugar tenía bien presente el proyecto pendiente de añadirle la entrada de sentado. Finalmente, ha sido Rubén Díaz quien le ha puesto el cascabel al gato y se ha adjudicado la primera ascensión de esta “línea de Champions”, como la define él mismo. «Es un bloque físico y de fuerza aplicada a una gran tensión corporal que forma una línea estéticamente perfecta en un lugar absolutamente especial», explica.
Rubén Díaz necesitó tres días escasos para resolver el problema, en lo que califica de “visita relámpago: viernes noche primera sesión, sábado mañana otra, sábado noche la tercera, domingo noche más y lunes mañana bingo”. Un ritmo frenético motivado por el vuelo reservado el mismo lunes por la tarde para viajar a Cape Town con Iban Larrión, en un periplo por los famosos bloques Sudafricanos que de bien seguro dará que hablar.