Jorge Díaz-Rullo ha vivido una historia especial durante la pandemia de coronavirus Covid-19. La orden de confinamiento lo pilló con el pie cambiado, escalando lejos de su casa, y ha pasado estos meses en Cataluña, gracias a la hospitalidad de su amigo Sergio Verdasco, afincado allí desde hace un tiempo. Sacando el máximo partido del “no hay mal que por bien no venga”, ambos se han construido lo que han llamado un CoronaWall y han apretado de lo lindo durante las muchas horas en las que se tenían que aguantar las ganas de escalar en roca.
De este modo, Jorge Díaz-Rullo asegura haber ganado la fuerza que nunca había tenido y se siente más fuerte de lo que jamás había estado. En cuanto el confinamiento se ha relajado, ha buscado una buena zona de escalada a la que tuviera acceso y allí se ha consagrado a apretar la roca a conciencia. El resultado ha sido los encadenamientos del bloque Catalan witness the fitness y de la travesía Super blood wolf moon, así como unas ansias enormes por tachar El bon combat 9b.
La primera en caer fue Catalan witness the fitness, el 29 de mayo: “Me sentía bien como para haberla hecho en el día, pero al final me llevó algo más… Respecto al grado, creo que podría ser 8B+, pero lo importante es que se trata de una línea increíble de Chris Sharma”, apuntaba en sus redes sociales. El californiano estrenó este problema en enero de 2016 con propuesta de 8C.
Y el pasado domingo 7 de junio se anotaba Super blood wolf moon: “Quinto día de escalada. Estaba muy cansado pero fue un buen día. Pude hacer la línea creada por Chris Sharma y Pol Roca, ¡muy divertida!
Aprovechamos para intercambiar algunas palabras con Jorge Díaz-Rullo:
¿Cómo describirías Super blood wolf moon?
Es una línea muy divertida, que cruza un muro de derecha a izquierda con unos treinta movimientos. Lo más duro es un bloque de regletas pequeñas que está en la mitad, al que llegas algo cansado después de una sección física de pasos largos. Para acabar, hay otra sección técnica de talones, que es más de resistencia.
¿Cómo estás después del confinamiento?
La verdad es que al principio subestimé la pandemia y, justo antes de confirmarse el confinamiento, decidí continuar con un viaje que tenía organizado. Fue un error y lo pagué con no poder quedarme en mi casa de Madrid… Suerte que me acogió en su casa mi amigo Sergio Verdasco y montamos un pequeño plafón. De ahí no salimos en toda la cuarentena. Hemos estado entrenando mucho y, sobre todo, yo he trabajado mucho físico, que es mi punto débil.
Ahora estoy en una forma física muy buena, en la que nunca he estado. Me siento realmente fuerte, aunque es verdad que aún estoy trabajando la resistencia, porque he perdido un montón.
En tus redes hablas de El bon combat, ¿cómo te ves en ella?
La vía me va muy bien ahora, porque no tiene una resistencia excesiva. Son secciones con más o menos buenos reposos entre medias. La verdad es que siento que la llevo bastante bien para lo poco que la he probado pero, como he dicho antes, es muy de paso duro, con lo que engaña bastante: rápidamente eres capaz de hacerla con pocas caídas… Así que apenas sé ni en qué momento estoy con la vía. Espero que el tiempo me deje seguir probando, porque no paro de pensar en ella; es una línea espectacular.
¿Qué tienes ahora en mente? ¿Otros proyectos?
De momento, estar por aquí que, hasta que no pueda moverme, vivo en mi furgoneta. Luego ya veré, pero lo primero será ir a ver a mi familia, que tengo ganas. Mientras tanto, aprovecharé por aquí a conocer más sitios, si me da tiempo… Y, por supuesto, a probar esta vía, que estoy ahora loco con ella!
- Etiquetas: Jorge Díaz-Rullo
Pues sí, la verdad es que esa frase se la podía haber ahorrado.
A ver Jorge, desde la fase cero o antes esta permitido desplazarte para volver a tu residència habitual és tubieras donde estubieras, si no has vuelto a casa és por que no habras querido.