Apertura italiana en la vertiente sur de las Grandes Jorasses
La cordada formada por Giuseppe Vidoni, Richard Tiraboschi y Tommaso Vection traza ‘Happy birthday’ (1.000 m, AI4, M6, ED) en la Aiguille de l’Évêque.
La cordada formada por Giuseppe Vidoni, Richard Tiraboschi y Tommaso Vection traza ‘Happy birthday’ (1.000 m, AI4, M6, ED) en la Aiguille de l’Évêque.
La cordada de alpinistas franceses completa la primera ascensión en invierno y en el día de esta vía en un esfuerzo de 15 horas saliendo desde Chamonix.
Charles Dubouloz, Symon Welfringer y Clovis Paulin completan la primera repetición en casi 40 años de esta línea de Patrick Gabarrou y Hervé Bouvard tras pasar cinco días y cuatro noches en la pared, con temperaturas de hasta -24ºC.
El británico Piolet d’Or 2019 y el francés que ya había ascendido once rutas en la cara norte de las Grandes Jorasses se citaron en esta emblemática vertiente para escalar una de las líneas más duras de los Alpes.
La cordada del GMHM (Grupo Militar de Alta Montaña) francés realiza una ascensión poco común en invierno, unos días después de haber escalado otra directa en la cara norte del Eiger. Solo les queda el Cervino para completar una Súper Trilogía Alpina invernal.
El escalador francés ha vivaqueado durante cinco noches en esta gélida cara norte alpina para completar una de ascensión histórica en los 1.200 metros de una de sus rutas más difíciles.
El terceto de escaladores catalanes hace una de las escasas repeticiones de esta línea de 1.150 metros que asciende por el medio de la pared con dificultades de VI 6, 6a, A1/A2 y que fue abierta por un nutrido grupo japonés en 1972.
Tras los intentos de 2016 y 2017, frustrados por la meteorología, el alpinista suizo suma una nueva ascensión exprés en las icónicas caras norte de los Alpes, después de sus récords en el Eiger (2011, superado por Ueli Steck en 2015) y el Cervino (2015).
La cordada formada por el esloveno y la alemana realizaron una ascensión invernal con dos vivacs a una de las vertientes más famosas de los Alpes, combinando las rutas No siesta y Bonatti-Vaucher en unas difíciles condiciones.
Estaba a punto de convertirse en el primer alpinista holandés en subir a los 82 cuatromiles de los Alpes cuando sufrió una caída en la arista Rochefort.