Filip Babicz añadió la semana pasada una nueva realización de escalada alpina exprés en su largo historial. El escalador y alpinista italo-polaco completó la ascensión del Grand Capucin (3.838 m) en apenas 49 minutos. Un nuevo récord de velocidad en este pico del macizo del Mont Blanc.
La ascensión normal del Grand Capucin puede suponer unas ocho horas de esfuerzo para una cordada fuerte. Además, Filip Babicz no escogió la ruta más corta posible para su desafío, sino todo lo contrario, buscó ascender la pared en toda su verticalidad. Y de ahí su elección de la ruta, que combina diversas vías.
Una combinación de vías
Para empezar a escalar, Filip Babicz eligió la porción de roca desnuda más baja del Grand Capucin, que correspondería a la salida directa de la vía Bonatti… más o menos, puesto que el retroceso del glaciar desde que el legendario Walter Bonatti la escalara ha descubierto unos 45 metros más de roca.
Los primeros 200 metros de escalada llevaron a Filip Babicz hasta el inicio original de la vía Suiza, que más arriba conectó con la vía O Sole Mio. Es cierto que la ruta Suiza tiene un recorrido de apenas 300 o 350 metros, pero para él no era una opción: “Este trazado es el único actualmente practicable, debido al riesgo de caída de piedras en el Couloir des Aiguillettes –acceso original a la vía Suiza– y tiene 570 metros de recorrido”, apunta él mismo.
En total autonomía
La aventura exprés de Filip Babicz en el Grand Capucin fue realizada en solo integral y en total autonomía. No usó cuerda para ascender ni echó mano del recurso de los depósitos de material. Cargó con él todo lo que iba a necesitar para ser autónomo tanto en la ascensión como en el descenso, incluyendo una cuerda para los rápeles.
Filip Babicz escaló por primera vez la vía Suiza al Grand Capucin el pasado mes de mayo. Fue entonces cuando se le ocurrió intentar un récord de velocidad en ella. En verano, participó en una expedición a Perú que tuvo que interrumpir por enfermedad y regresar a casa. Una vez restablecido, quiso intentar de nuevo batir el récord del Piz Badile, que ya había hecho el año pasado, pero se lo impidieron unos problemas personales.
A partir del 20 de agosto se centró en la idea de intentar ese récord al Grand Capucin y en el mes siguiente escaló la vía Suiza hasta seis veces: tres en cordada y otras tres en solitario. Solo entonces se consideró preparado para lanzar su intento de récord en solo integral.
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