En un verano sin apenas expediciones en el Karakórum pakistaní debido a las restricciones provocadas por la pandemia de coronavirus, dos grupos podrían coincidir en la misma montaña. El pico en cuestión es el Muchu Chhish (7.453 m), la segunda cumbre virgen más alta del mundo en la actualidad, situada en el macizo del Batura.
Allí tienen puesto su punto de mira Jordi Tosas y Philipp Brugger, que pretenden realizar una ascensión en estilo alpino durante la segunda quincena de septiembre, según apunta la información difundida por Explorersweb.com. El alpinista, snowboarder y guía catalán ha señalado que por ahora “hay poco que decir, vamos a ver si podemos escalar un poco”.
Jordi Tosas acumula un largo historial en las grandes montañas, que incluyen descensos en snowboard en ochomiles, intentos a la cara sur del Lhotse o la participación en la histórica expedición en la que Jordi Corominas repitió la Magic Line al K2. Más recientemente puso su experiencia al servicio de Kilian Jornet en sus primeras expediciones al Himalaya.
Por su parte, Philipp Brugger es, a sus 29 años, un consumado especialista en esquí y carreras por montaña, que ha llevado a cabo numerosos desafíos en los Alpes. Entre ellos, varios récords de velocidad.
Los checos instalan C3
Jordi Tosas y Philipp Brugger viajaron el primer día de septiembre a Pakistán y tienen previsto realizar actividades de aclimatación por la zona antes de acometer el intento al Muchu Chhish durante la segunda quincena del mes. Con toda probabilidad, para entonces ya habrá concluido en un sentido u otro la expedición checa que actualmente anda metida en el mismo desafío y que ya efectuó el año pasado un primer reconocimiento de la zona.
Pavel Korinek, Pavel Bém y Jiri Janak llevan un par de semanas en Pakistán y han superado las primeras dificultades de la ruta de ascensión, registrando un progreso significativo. En su crónica de la ascensión, apuntan que se han encontrado una montaña hostil, de afiladas aristas, elevado riesgo de avalanchas y ni un solo emplazamiento seguro para campamentos de altura.
A pesar de todo, el 26 de agosto instalaron el C1 a 4.938 m. A continuación, tras recorrer un glaciar muy roto, completaron una peligrosa travesía sobre nieve y hielo, donde en 2014 quedó frenada la expedición que había intentado esta ascensión anteriormente. Los checos consiguieron superar ese punto crítico la semana pasada y montar su C2 a 5.700 m el 30 de agosto. Luego, siguieron hasta la arista principal que conduce a la cima e instalaron su C3 a 6.313 m.
En realidad, esos campamentos de altura distan mucho de poder ser calificados como tales, pues apenas hay espacio horizontal donde tumbarse o montar una tienda. Después de tres días sin dormir, Pavel Korinek, Pavel Bém y Jiri Janak descendieron de nuevo al campo base para descansar y preparar un nuevo intento que les lleve a la cima.
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