La aventura de James Price en el Karakórum de finales de verano y principios de otoño ha tenido de todo. Primero, la alegría de realizar dos primeras en sendos cincomiles: la primera ascensión del Pheker (5.465 m) y la primera travesía del Mirshikar (5.464 m). Y después una retirada al límite desde la arista del Batura, con graves congelaciones.
Dos primeras para aclimatar
La primera parte de la expedición, que debía cumplir las funciones de aclimatación, fue realizada por James Price con un grupo formado también por los paquistaníes Hassan Aljabbal, Adnan Khan y el fotógrafo francés Sebastién Carniato. El equipo instaló un campamento de altura en el collado este del Mirshiakar, al que accedió a través de un empinado corredor de nieve desde Kacheli hacia el sur.
Al día siguiente, James Price salió en solitario del campamento, ascendiendo en dirección oeste hacia el pico Pheker. Trazó una línea sorteando los seracs de la cara norte de este cincomil virgen hasta alcanzar su arista noroeste y continuar hasta la cumbre y regresar en el día.
Sin darse tiempo para descansar, el cuarteto levantó el campamento y ascendió conjuntamente el Mirshikar a través de su arista este. Vivaquearon en la cumbre antes de descender por la arista suroeste, para completar la primera travesía del pico.
Un descenso al límite
El 11 de septiembre, James Price partió en solitario y bien aclimatado desde la aldea de Passu, con una mochila de 30 kg a la espalda que incluía provisiones para tres semanas. Recorrió rápidamente el glaciar Batura y lidió con una compleja cascada de hielo para alcanzar el glaciar Upper Passu.
A pesar de unas buenas condiciones meteorológicas, aquella noche cayeron 80 cm de nieve, que dificultaron sobremanera el acceso hasta la arista del Batura Wall al día siguiente. James Price se encontraba ya por encima de los 7.000 metros. Tras rodear la cima del Passu East I, volvió a la cresta para subir hasta la cima del Passu Sar (7.470 m), completando la tercera ascensión histórica de esta cumbre.
La visibilidad era nula en la cima y, a una temperatura de -28ºC, Price se pasó hora y media buscando la salida por la estrecha arista noroeste que le conduciría de camino al Muchu Chhish y el Batura. Finalmente, el GPS le condujo hacia ella. Sin embargo, las malas condiciones y las grandes cornisas le forzaron a regresar a la cumbre y esperar allí a que mejorase la visibilidad.
Plantó su tienda en los restos de una cornisa que se había desplomado justo bajo la cima y se resguardó allí durante treinta horas, esperando un cambio de tiempo que no llegó. Finalmente, tomó la decisión de retirarse. Con cuidado, bajó esquiando hasta alcanzar la base del Passu North aquella noche. Ante la cercanía de una tormenta, plantó la tienda dispuesto a pasar un tiempo en ella. Estaba a 6.800 metros de altitud y, cuando se metió en ella fue consciente de que tenía los dedos de los pies congelados.
Los dos días siguientes pasaron sin que él apenas se diese cuenta, en un continuo estado de sopor, interrumpido por los fuertes dolores de sus pies ante el tratamiento de calor que les dio. Cuando la nevada cesó, tuvo que excavar en la nieve para salir de la tienda e iniciar un descenso de 5.000 metros de desnivel y 70 km de distancia solo para alcanzar la civilización.
Dos días de descenso en esquís, con algún susto con grietas, le llevaron hasta el fondo del valle. Desde allí, tuvo que escalar unos 500 metros de desnivel para salir al valle desde el que ya todo era bajada hasta Passu. Después de 18 días de aventura en solitario, se volvió a reunir con sus amigos.
Recibió tratamiento médico en la clínica local antes de regresar a Francia, donde fue hospitalizado para tratar de recuperarse de las congelaciones.
¿Esa pértiga es para atrancarse en caso de caída en grieta? Menuda aventura, a ver si se recupera bien de las congelaciones.