La cara norte del Eiger es como la segunda casa para Roger Schaeli. El escalador y alpinista suizo ha firmado en la mítica Nordwand buena parte de sus más destacadas realizaciones a lo largo de los años. Hace unos días publicaba su última aportación, llamada Airplane mode, a una de las paredes más famosas del alpinismo mundial.
Según cuenta él mismo en sus redes sociales, se trata de una línea nueva de 300 metros de desnivel y dificultades máximas de 8a+, “con una buena mezcla de escalada clásica y equipada”. De hecho, “el largo clave, de 40 metros, está para escalar con dos chapas y el resto con material flotante! Emocionado por volver la próxima temporada”.
Roger Schaeli completó la apertura de la nueva ruta entre los veranos de 2017 y 2018, en varias sesiones con compañeros diferentes: Dimitri Vogt, Bernd Rathmayr y Mayan Smith-Gobat. Finalmente, consiguió escalar todos los largos, aunque tiene pendiente una ascensión completa en punto rojo, continua y en el día, que ya ha anotado en su lista de deberes para 2019.
La trayectoria de Schaeli en el Eiger
Airplane mode es ya la tercera vía abierta por Roger Schaeli en la cara norte del Eiger. Su primera creación allí se remonta a 2007, cuando creó Magic mushroom (600 m, 7c+) con el surtirolés Christoph Hainz (él mismo la liberaría en 2011). Aunque la obra maestra de Roger Schaeli en la Nordwand es Odyssey, considerada la más dura de la pared y que abrió con el alemán Robert Jasper y el surtirolés Simon Gietl en 2015. El grado máximo de Airplane mode es equiparable al de Odyssey (ambas 8a+), aunque los 1.400 metros de recorrido de esta última la convierten en toda una referencia.
Además de sus aperturas, Roger Schaeli también ha destacado por numerosas liberaciones y repeticiones en dicho escenario. A este capítulo pertenecen por ejemplo la Japanese Direttisima (1.800 m, 8a), en 2009 con Robert Jasper; Freakonomics (2009); John Harlin Direttissima (1.800 m, M8, 7a, E5), en 2010 con Robert Jasper; Ghilini-Piola (1.400 m, 7c), en 2012 también con Robert Jasper, concluyendo su particular trilogía de directísimas; The sanction (1.000 m, ED3), en 2012 con Roger Christen; la durísima Paciencia (900 m, 8a), en 2015 con Mich Kemeter; La vida es silbar (900 m, 7c), en 2016 con Mayan Smith-Gobat; o la mítica Metanoia (VII, 5.10, M6, A4), en invierno de 2017 con Thomas Huber y Stephan Siegrist.
También vale la pena reseñar que consiguió batir el récord de velocidad para una cordada en 2011 con Simon Gietl y escalar a vista Portes du chaos (2009).
Ya sé que yo no soy escalador escalador, pero hace falta reiterarlo cuando hablamos de un profesional?
Dios, este tipo es el puto amo!
Chapeau !!!