Las Tre Cime di Lavaredo son, desde hace muchos años, escenario de juegos y sueños para escaladores en roca. En los últimos años, además, parecen haberse convertido también en centro de las fantasías de proyectos de escalada invernal, con grandes travesías y combinaciones realizadas por importantes figuras del alpinismo.
Abrieron el camino en marzo de 2012 Roger Schaeli y Simon Gietl, con la realización de la primera travesía invernal de las Tre Cime di Lavaredo. El suizo y el surtirolés efectuaron un vivac en la pared y ascendieron la Cima Ovest por la Via degli Scoiattoli, la Cima Grande por la vía Dülfer y la Cima Piccola por la línea habitual del descenso.
Dos años más tarde, en marzo de 2014, Ueli Steck y Michi Wohlleben daban una vuelta de tuerca más a la actividad y enlazaban las tres caras nortes de las Tre Cime en invierno y en una sola jornada. Escalaron sin parar la vía Cassin de la Cima Ovest, la Comici-Dimai de la Cima Grande y la Innerkofler de la Cima Piccola.
Otros escaladores se han dado cita en el mismo lugar este invierno, como Christoph Hainz y Simon Kehrer o el propio Simon Gietl con Vittorio Messini. Como resultado, la ascensión encadenada de las tres cumbres de las Tre Cime di Lavaredo ha requerido menos y menos tiempo, hasta las 5:45 horas que necesitaron estos últimos.
Travesía integral
A finales de la estación, dos buenos conocedores de la travesía como Simon Gietl y Michi Wohlleben se unieron para dar forma a una idea que había ido germinando en su cabeza. Resulta que el macizo de las Tre Cime di Lavaredo tiene un par de cumbres subsidiarias en su extremo más oriental -la Punta Frida y la Torre Preuss (o Cima Piccolissima en italiano)-, de algún modo adheridas al cuerpo de la Cima Piccola pero con cierta entidad independiente. De este modo, el surtirolés y el alemán decidieron redefinir la travesía para empezar por el oeste y terminar por el este de forma estricta, subiendo por el camino las cinco cumbres.
A ello se pusieron el pasado viernes 17 de marzo. Comenzaron su andadura a las 6:45 horas a los pies de la Torre Ovest, que escalaron en 2:25 horas a través de la Scoiattoli y descendieron por la ruta normal. Continuaron a por la vía Dülfer para subir a la Cima Grande, donde llegaron a las 11:26 horas de la mañana y de la que bajaron por la normal. La siguiente cumbre, la Cima Piccola, les llevó poco trabajo a través de su ruta normal y se alzaron en su punto más alto a las 13:20 horas, del que descendieron por la Innerkofler. El espolón oeste les llevó hasta la cumbre de la Punta Frida y, tras bajar por el espolón este, hicieron lo propio hasta la cumbre de la Torre Preuss, adonde llegaron a las 14:50 horas y descendieron por la Fisura Preuss.
En total, 9 horas y 15 minutos de paseo invernal.