Aunque hay quien puede considerar anacrónico un club femenino en estos tiempos en los que ya todos los clubs de montaña son mixtos, tal y como nos explica Astrid García (responsable de comunicación del club Montañeras Adebán) en esta entrevista, su razón de ser no es en ningún caso la exclusión, sino aportar las necesarias herramientas a la mujer montañera para garantizar su pleno desarrollo, así como potenciar el intercambio de experiencias, inspiración y el disfrute en un sector –el de los deportes de montaña– en el que la participación de la mujer sigue siendo minoritaria.
«Adebán significa adelante en aragonés, y con ello queríamos expresar que las montañeras den un paso adelante con decisión, con seguridad, con el convencimiento de que podemos echar a andar», nos cuenta Astrid, a quien cedemos la voz:
¿Cómo y cuándo surgió la idea de crear un club de montaña femenino?
Un día cualquiera en un paseo de otoño por la Canal de Izas en el municipio de Canfranc Estación, muy próximo a Jaca, nuestra localidad de sede y referencia, bromeábamos un grupo de amigas de la montaña con la posibilidad de crear un club y romper moldes en un espacio tradicionalmente masculino. Entre nosotras compartíamos experiencias, sentimientos y vivencias personales en nuestra trayectoria como deportistas, montañeras, madres, trabajadoras… y coincidíamos en ver aspectos coincidentes. Veíamos que éramos unas mujeres con ganas de salir más a la montaña y a las que nos gustaría coincidir con otras mujeres. Sentíamos una sinergia tremenda al estar juntas y la gran oportunidad de tener compañeras de actividad, cordada, esquí… de repente veíamos todo posible y no una utopía. Aquella realidad inspiró la idea de crear un club como un medio que sirviera para crear esas alianzas femeninas. En diciembre de 2017, tras la subida en invernal al Moncayo, tuvimos la certeza de que realmente no era una idea loca sino necesaria y que teníamos la capacidad y voluntad necesaria para ello, así que a comienzos de 2018 nos pusimos manos a la obra para poner en marcha el club.
¿Qué tipo de actividades o iniciativas habéis hecho desde entonces?
Empezamos diseñando una serie de actividades diferentes que concentraran en un fin de semana deporte y debate, formación y diversión. Así sacamos encuentros de invierno dedicados al esquí, nivología y seguridad en montaña; en primavera, donde promovemos senderismo en lugares de naturaleza de donde son nuestras socias; en verano, donde nos centramos en escalar; y el encuentro de otoño, que alojaba las Jornadas de mujer y montaña que estamos realizando hasta ahora en Jaca y que nos permitía ampliar la oferta a un fin de semana que concentraba charlas con personas que puedan ser referentes para nosotras tanto a nivel deportivo como profesional, o por elegir un estilo de vida vinculado a la montaña. Pero el entusiasmo es tal que este año hemos multiplicado el calendario, ya que vemos que cada vez tenemos más demanda en las socias para juntarnos a practicar todo tipo de actividades de naturaleza.
Queremos facilitar los medios para que aquellas montañeras que quieran mejorar su formación puedan hacerlo en cursos en que compartan con más mujeres niveles y conocimientos. Este pasado invierno logramos sacar varios cursos destinados a deportes de invierno ligados a la montaña, alpinismo invernal, esquí de montaña y alpino, que han sido un éxito. Ojala hubiéramos podido hacer más.
La Covid-19 ha hecho que todo nuestro planing se paralice, ya que no debemos promover actividades que den lugar a contacto intercomunitarios y nuestra masa social procede de todas las comunidades autónomas, de la franja pirenaica e incluso de Madrid, Valencia, La Rioja… no nos lo podíamos permitir. No obstante, eso no ha frenado la actividad de la gente que hay asociada al club en cuanto a actividad deportiva autorizada que, a nivel particular y velando por la seguridad sanitaria, han hecho montaña y su actividad sigue alimentando nuestros sueños y planes. Eso sí nos hemos quedado sin ir a Dolomitas, para lo que ya teníamos un grupo para julio pero esperemos lograr despertar estas actividades cuando sea posible.
Creo que también aceptáis hombres entre los miembros, ¿no? Entonces, ¿cuál dirías que es la diferencia fundamental entre vuestro club y otro mixto?
Sí, por supuesto, son en la actualidad un 21 % de nuestra masa social y vamos creciendo en su participación. La diferencia con otro club es simplemente que lo hemos puesto en marcha mujeres con plan dirigido a la mujer. Desde montañeras Adebán se considera cómo queremos organizarnos, hacia qué objetivos dirigirnos como mujeres deportistas. Este club puede cambiar a mejor la vida de las mujeres, puesto que nosotras mismas, gente corriente como tú y como yo, podemos ser referente para otras mujeres. El montañismo es para nosotras libertad, autoestima, empoderamiento, vida saludable, tiempo para una misma, crecimiento personal y todo eso a través de los deportes ligados al medio natural.
Por otra parte consideramos que es un signo distintivo de nuestra gestión la consciente decisión en contar con guías y técnicas mujeres del sector profesionalizado de montaña. Alguna vez ha sido verdaderamente complicado encontrar una técnica deportiva en alta montaña o esquí. Ello nos ha llevado a la puerta de las mejores, a veces las únicas en su especialidad en España; mujeres que son auténticas referentes en este mundo tanto por su nivel deportivo como por haber conseguido abrirse camino en este sector en el que son minoría.
Hace unos meses, la gran montañera e himalayista asturiana Rosa Fernández nos decía en una entrevista: “A la hora de buscar patrocinadores se complica la cosa por el hecho de ser mujer, pero una vez que estás allí, la montaña no distingue si eres hombre o mujer, hay que subirla igual”. ¿Estás de acuerdo? ¿Qué dificultades principales pensáis que tienen las mujeres en el mundo de los deportes de montaña por el hecho de serlo?
Conocemos a Rosa y lo que dice es muy cierto. Nuestro sexo nos lastra en todos los niveles; paro femenino, menores salarios, trabajos de menor responsabilidad, cargas familiares en una sociedad de estructura tradicional sobre el papel preponderante del hombre. Sobre esto se ha escrito mucho y creo que todos somos conscientes, aunque llevar a la práctica modelos que tengan esa igualdad real no se logran. El imaginario social sobre el papel de la mujer en nuestra sociedad se transforma muy lentamente. Es el cuadro en el que nos movemos las mujeres. Cualquier cosa que desees hacer va a estudiarse en este plano.
Por ello pensamos que crear este club que visibiliza la presencia de la mujer montañera es básico. Hay un gran talento en la montaña, un futuro por explotar a nivel deportivo. La montaña es una actividad que no se realiza en equipo como los deportes de sala o campo deportivo, por eso es más complicado trabajar por una idea en grupo con decisión.
Es un hecho que muchas mujeres se alejan de los deportes de montaña (o del deporte en general) tanto en la adolescencia como cuando entran en la maternidad, ¿tenéis alguna propuesta concreto en este sentido?
Sí, es una pena cuando vemos cómo las estadísticas hacen desaparecer a las chicas de la federación de montaña allá por los 14-16 años, cuando se nos acaba eso de ir a los campamentos. Las chicas optan por otros deportes y se nos pierde ese futuro del que te hablo que se cocina poco a poco, aprendiendo a leer la montaña. Eso es resultado de la edad en que hay que potenciar los deportes como diversión, competición o como fuente de conocimientos y sabiduría.
La brecha de género se hace más patente todavía en los periodos de crianza, de los 25 a los 40 años bajan las tarjetas federativas, dato objetivo con el que hemos podido comprobar que la maternidad y la crianza nos deja sin ese margen de mejora que en esos años podríamos tener. Además las actividades de tipo competitivo diseñadas generalmente sin ninguna consideración sobre esta situación nos hace imposible muchas veces el competir.
¿Cuántas socias sois actualmente y cuáles son vuestros principales objetivos a corto y largo plazo?
Actualmente somos 196 socias y socios, de los cuales somos 154 mujeres y 42 hombres (un 21% del total). Nuestros principales objetivos son disfrutar a tope de nuestra pasión con otras mujeres con las que podamos vernos en equilibrio a la hora de afrontar nuestros retos deportivos, que sean escuela de montaña para nosotras, y podamos ver a través de su experiencia nuestras propias capacidades, y además promover el empoderamiento de las montañeras en la gestión y participación en este mundo que nos apasiona.
A corto plazo, para octubre tenemos planteadas las Jornadas Mujer y Montaña en Jaca, siendo el tema principal las expediciones. Estamos estudiando la posibilidad de transformarlas en unas charlas semipresenciales, según nos encontremos limitadas por las medidas sanitarias, pues este año es atípico para todos.
Además nos encontramos involucradas en colaborar con la candidatura a la FEDME de Alberto Ayora, actualmente responsable del Comité de Seguridad en Montaña, en una fórmula paritaria que permita la integración de mujeres en todos los estamentos federativos. Lo que para nosotras era un objetivo de club, potenciar la participación y liderazgo de la mujer en las capas de gestión y decisión de actividades, clubs y estructuras federativas, puede ser una realidad muy pronto para nuestra federación deportiva, siendo un ejemplo para tantas otras.
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