Ayer falleció Cesare Maestri, gran figura de la escalada entre los años cincuenta y setenta. La polémica que le rodeó toda la vida por su discutida ascensión al Cerro Torre de 1959 hizo que muchos olvidaran que fue uno de los mejores escaladores de su época.
En su homenaje publicamos esta entrevista que vio la luz en el número 309 (marzo 2012) de la revista Desnivel. Se la habíamos realizado 13 años antes, en 1999, pero había quedado olvidada. Fue una larguísima conversación de tres horas -en la que también estuvo presente Cesarino Fava, su compañero en la primera expedición al Cerro Torre- de la que hemos extraído las ideas más interesantes. Una entrevista muy interesante para conocer a este gran alpinista que nos acaba de dejar.
Han pasado más de dos décadas de aquella larga conversación que mantuvimos con Cesare Maestri y Cesarino Fava en Torelló. En nuestro recuerdo quedaron grabadas las lágrimas que asomaban a los ojos de Cesare Maestri cuando alguien le preguntaba sobre alguna de las dudas existentes respecto a su ascensión de 1959. Nos llamó poderosamente la atención que esta montaña hubiera marcado de una forma tan profunda e irreparable la vida de este hombre, hasta el punto que, que aún en su vejez, el dolor que le causaba resultara tan evidente.
Estas son algunas de sus respuestas más interesantes relacionadas con el Cerro Torre. Una montaña que “persiguió” a Maestri toda la vida, tanto que -como el mismo nos decía- le hubiera gustado borrarla.
Algunas frases sobre sí mismo
“Fui un escalador en solitario. Creo que fui el escalador en solitario más fuerte del mundo.. Siempre preferí escalar en solitario paredes que no conocía….”
“Fui el primero en descender una vía de sexto grado de dificultad».
“También me considero un jefe de escuela del alpinismo artificial».
“Algo que me hace un daño terrible es ser recordado como el hombre del compresor. No soy el hombre del compresor….”
“Quien quería escalar conmigo tenía que hacerlo de segundo».
“Si no podía subir me bajaba, entrenaba y regresaba”.
“Yo he roto las pelotas a mucha gente escalado y subiendo solo por donde otros no podían… y esto ha molestado a mucha gente».
“Nunca vendí una ascensión antes de hacerla. Nunca me jugé mi vida por dinero”.
Sobre la ascensión al Cerro Torre de 1959
“Antes de partir al Cerro Torre nunca había escalado con Toni Egger. El era escalador de hielo y yo de roca. Al cabo de cinco o seis días estábamos perfectamente compenetrados. Toni me había escrito una carta pidiéndome venir”.
“No tengo buen recuerdo de la ascensión al Torre, ni de la primera ni de la segunda. Si yo pudiera cambiar una cosa de mi vida: no volvería nunca más al Cerro Torre, tampoco a Patagonia…«
«Una de mis obsesiones, siempre, ha sido no arriesgar la vida por una cumbre. En Patagonia no fue asi, tenía a los emigrantes italianos pendientes y sabía que si no subiamos a la cumbre habrían sufrido. También sentía la presión de la gente de Trento, que querían que subiera a la cima. Por eso considero tanto la primera como la segunda ascensión del Cerro Torre como una ruleta rusa, pero no como la pistola que tiene una bala y cinco agujeros vacios, sino como una pistola que tiene cinco proyectiles y un solo agujero vacio. En la primera arriesgue la vida. Era totalmente consciente de estar haciendo una inconsciencia…»
“Por eso no me gusta la ascensión de 1959. No era el hombre y la naturaleza. Era el hombre y todo el mundo.. Había más presión que alpinismo. Había 90 de presión y 10 de alpinismo”.
“Fue la ascensión más peligrosa de mi vidas, pero no la más difícil porque era una pared de hielo, el hielo no tiene dificultad… pones los seguros donde quieres….”
“No fue una manifestación de habilidad, sino de temeridad”.
“[Es normal que quienes la intentaran después no encontraran clavos]. En una pared de mil metros si te vas un metro a la derecha o a la izquierda… no verás los clavos de anteriores ascensiones».
“O se cree ó no se cree… ¡Basta! ¡Terminado el tema! Hay dos historias que corren paralales, una es la mia y otra es la de los americanos. Y los americanos el deporte que más han practicado es el de matar a los indios”.
Su vida después del Torre 1959.
“Nunca más fue una vida normal. En primer lugar era la primera vez que perdía un compañero escalando conmigo».
«Tengo el orgullo de decir que en cincuenta años de escalar y de trabajar como guía nunca nadie se ha hecho un rasguño yendo conmigo. Esto me turbó mucho. Durante mucho tiempo me despertaba por la noche. Por eso no quería hablar de ello, quería que desapareciera la historia».
«No siento orgullo por haber sido el primero en ascender al Cerro Torre. Me lo deje en casa. ¿Lo quiere alguien? Me gustaría sortearlo y dárselo al primero al que le tocara».
Sobre la ascensión al Cerro Torre de 1970
“Si la de 1959 es cien la del 70 es cincuenta en dificultad. Solo los últimos 200 metros [eran realmente difíciles]».
“Regresamos no para demostrar que habíamos subido en la primera ocasión sino para demostrar que el problema por el que no se había vuelto a ascender era por el nivel alpinístico de los hombres que lo intentaban».
«Todos los que ascendían por la arista sureste subían 600 metros y después se retiraban y eso que la intentaban en verano….”
“En 54 días que estuvimos en invierno cayeron 18 metros de nieve. Nosotros pasábamos en libre, en escalada normal, donde los otros no podían. Porque el compresor pesaba mucho, era muy engorroso, y realmente donde lo utilizamos fue en los últimos doscientos metros (Cesarino interviene en estos momentos para decir que fue algo más abajo, Maestri le da la razón) Sí muchas veces lo utilizamos porque no teníamos ganas de poner clavos…”
“El peligro para nosotros es que si venía calor podía caérsenos todo el hielo que pendía sobre nosotros encima”.
“Cada largo de cuerda que ascendía en pleno invierno me planteaba cómo no habían subido quienes lo intentaron en verano….»
“Todos los alpinistas que habían intentado el Cerro Torre después de nosotros no lo hicieron por nuestra ruta de 1959 sino por otras y alegaban que si ellos no eran capaces de subir por ellas yo no podía haber subido por la mía…»
«Por eso [en 1970] decidí subir por esta otra ruta en la que habían fracasado todos los grandes alpinistas del momento. Y pensé que a partir del lugar al que habían llegado podría subir poniendo clavos de expansión y es por eso por lo que llevé el compresor. Me dí cuenta de que nosotros pasábamos en invierno por donde ellos no habían podido pasar en verano. Esto me hizo pensar: si vosotros sois los mejores del mundo yo soy mejor que vosotros. No era una montaña imposible sino que los escaladores que la habían intentado no eran capaces de subirla».
«Nunca he dicho que abriera la ruta del 1970 para demostrar que había subido en 1959. Quise demostrar que unos alpinistas valientes subían por donde otros tenían que retirarse«.
“Pienso que he sido un hombre inteligente y patrón de mi vida, de mis decisiones…. No soy católico, no hago cosas malas y luego voy a confesarme. Soy responsable de lo que he hecho. Si lo he hecho lo tengo que pagar. No reniego de nada de mi vida».
«Si tuviera que quitar algo de mi vida quitaría todo lo que hice en Patagonia. Es una página negra de mi alpinismo, no de mi vida. He sido bravo y he afrontado montañas siempre más difíciles…»
«Afronté esta cumbre con una mentalidad fuera de la época. Siempre pensé que no debía arriesgar mi vida para alcanzar una cumbre y allí me la jugué. Siempre pensé que debía respetar la vida de mi compañero, que debía quitar de mi vocabulario la palabra “puede ser” y que jamás arriesgaría mi vida por una victoria».
“La ruta no es en artificial. Tiene un tramo en artificial, los últimos 200 metros. Si hubiera tenido clavos normales los hubiera puesto. Pero estaban abajo y no teníamos ganas de bajar y perder un día [por eso continuo usando el compresor]”.
“Pensaba romper toda la vía en el descenso. Me llamaron por radio antes de bajarme y me dijeron: parece que viene una expedición española a repetir la vía, entonces –no porque fueran españoles…- pero los clavos los había puesto yo y decidí quitarlos… quité los primeros veinte clavos, pero luego me di cuenta de que por un momento de locura no podía poner en peligro a mis compañeros«.
“Los tres llegamos arriba. Si hay un hongo ahí no tengo que subir. Subimos a la cima”.
“Para hacer un agujero en el granito se necesitaban veinte minutos. Si pones un clavo cada metro son 1.600 metros de pared porque 400 metros ya los habian hecho otros… me hubiera pasado toda la vida…. Y por eso decidí utilizar el compresor».
«El mal estuvo en que yo utilicé treinta años antes cosas que ahora son habituales como utilizar un taladro. Ahora son máquinas pequeñitas que pesan muy poco…”
“Donde se puede escalar en libre subo en libre, donde hay que poner clavos pongo clavos…”
Sobre la dudas respecto a su ascensión de 1959
“Digo siempre: yo no quiero que la gente me crea….. Si quieren hacerme un “proceso” a mi me parece bien pero se lo hacemos a todos. Vamos a hacérselo a Buhl y su ascensión al Nanga Parbat, a Messner sobre su ascensión y sobre la muerte de su hermano…»
«Si dudas de mi historia hay que dudar de muchas historias. Y vamos a poner una regla por la que en cada cordada debe llevar un un notario que certifica que los alpinistas han subido…«
“¿Sabes qué me pregunto siempre? ¿Qué hubiera pasado si hubiera sido yo el que hubiera muerto y Toni Egger el superviviente? ¿Le hubieran creído? Pues creo que sí… Por eso si alguien me dice que ha hecho el Everest en solitario no me lo tengo porque creer, pero si es uno de los alpinistas más fuerte del momento sí que debo creerlo…»
«¿Porqué debo seguir hablando de una escalada que me ha hecho tanto daño? Basta… La respuesta es única y vale para siempre: me crees o no me crees…«
«Yo no quiero que me crean, pero sí quiero que “no me rompan las pelotas”.
«Yo tenía 13 años y mi primo 14 años y tanto yo como mi primo escalamos una cascada muy vertical de 40 metros sin clavos, sin crampones, sin cuerda y la pregunta … ¿es posible? “ No es posible y sin embargo sí que lo hicimos. Hay cosas que se hacen y se hacen una sola vez en la vida».
Sobre si estuvo en la cima
«Siempre he dicho que nunca estuve en la parte superior del Hongo. La cumbre no es el Hongo pues este un año tiene 80 metros y el siguiente 40…”
[En 1959]. “Donde la ascensión se suaviza es la cima. Tras una ascensión de mil metros, cincuenta metros no son importantes…Toni tambien decía que la cumbre no es el Hongo sino donde comienza el Hongo”.
“Estoy cansado… me he prometido de no hablar más y no sé porque lo estoy haciendo contigo. No se porque hablar de esta montaña que solo me ha dado dolor, dolor, dolor…”
“El problema ha venido por los hombres… pero al final odias la montaña…»
- Etiquetas: Cerro Torre, Cesare Maestri
¡Qué pena! Siempre la virtud es perseguida en grado sumo. Bonatti, Messner, Bulh, Maestri fueron criticados por hacer lo que otros no se atrevían ni a imaginar. Talento puro. Descansa en paz.