Hoy el gran alpinista polaco Jerzy Kukuczka hubiera cumplido 72 años. Soñaba con grandes montañas cuando viajar al Himalaya no era tan sencillo en la Polonia comunista. Y lo consiguió. Él y sus compañeros encontraron la forma de burlar el sistema para llevar a cabo numerosas expediciones y ascensiones que forman parte de la historia el alpinismo.
Jerzy Kukuczka fue un hombre modesto y familiar que aún figura como uno de los alpinistas más innovadores. Ascendió los Catorce con estilo: en su currículum figuran nueve aperturas de nueve rutas, cuatro primeras invernales y solo en el Everest uso oxígeno artificial.
El 24 de octubre de 1989 murió en la cara sur del Lhotse cuando una arista cortó la cuerda de 7 milímetros que lo aseguraba.
Además de sus escaladas nos dejó escrita su biografía «Mi mundo vertical«, un clásico de la literatura de montaña, que no es una mera crónica alpinística de la época en que su autor conquistaba los sucesivos gigantes del Himalaya y Karakórum (1997-1987).
Se trata de un texto profundamente humano, redactado en forma de recuerdos, a veces muy personales e íntimos.
Kukczka transmite con asombrosa sinceridad sus sentimientos en los momentos más difíciles de su carrera, retrata a sus amigos —algunos de ellos himalayistas de renombre, como Voytek Kurtyka, Krzysztof Wielicki o Wanda Rutkiewicz— y hace alarde de un admirable sentido del humor al hablar de la cruda realidad sociopolítica que le rodeaba.
En Desnivel.com hemos publicado varios artículos que os ayudarán a conocerle mejor:
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