Trágico desenlace final para la dramática situación de Korra Pesce en el Cerro Torre. El alpinista italiano, gravemente herido por un desprendimiento de hielo en la parte alta de la montaña mientras descendía junto con Tomás Aguiló, no pudo ser rescatado y ha sido dado por fallecido.
Así lo contaba la doctora Carolina Codó, de la Comisión de Auxilio de El Chaltén, en declaraciones a la agencia de noticias italiana Ansa ayer domingo 30 de enero: “Solamente hoy hemos podido ampliar las imágenes de un dron del viernes por la mañana en la zona del incidente. Se ve el cuerpo de Pesce que se había deslizado 50 metros por debajo de la plataforma donde había pasado la noche con un compañero argentino. A aquella altitud, y sin la protección adecuada, la muerte por hipotermia llega después de dos horas como máximo”.
Una cordada coincidió con ellos
La excelente ventana de buen tiempo que llevó a Korra Pesce y Tomy Aguiló a abrir una nueva ruta en el Cerro Torre, llamó también a otra potente cordada italiana, formada por Matteo della Bordella, Matteo de Zaiacomo y David Bacci. Los tres Ragni di Lecco tenían su propio objetivo de nueva ruta en la cara este del Cerro Torre.
Curiosamente, ambas cordadas coincidieron en la sección final de sus respectivas escaladas, que hasta ese momento habían progresado relativamente cercanas pero absolutamente independientes la una de la otra. Sin embargo, unieron esfuerzos para abrir los últimos 300 metros de desnivel hasta la cima, a la que llegaron el jueves 27 de enero: Korra Pesce y Tomy Aguiló a las 17 horas y Matteo della Bordella, Matteo de Zaiacomo y David Bacci media hora más tarde.
Matteo della Bordella califica su nueva línea, que han bautizado Brothers in arms en honor a sus amigos muertos en montaña recientemente Matteo Bernasconi, Matteo Pasquetto y Korra Pesce, “no solo como un gran sueño, sino seguramente la ruta más bonita, importante y difícil que hemos hecho jamás en nuestras vidas”. Los cinco intercambiaron felicitaciones en la cumbre del Cerro Torre y hablaron de la posibilidad de compartir también el descenso. No obstante, Korra Pesce y Tomy Aguiló eran partidarios de emprenderlo de noche y por la cara norte –para minimizar el riesgo de desprendimientos y aludes– mientras Matteo della Bordella, Matteo de Zaiacomo y David Bacci preferían vivaquear en la cima y descender de día por el Filo Sureste (la antigua vía del Compresor).
Matteo della Bordella, Roger Schaeli y Thomas Huber al rescate
Separaron sus caminos y los tres italianos no volvieron a saber nada de sus colegas hasta que llegaron a la base de la montaña, a las cinco de la tarde del día siguiente, cuando se encontraron con movimiento de efectivos de rescate. Resulta que aquella madrugada, Tomy Aguiló y Korra Pesce decidieron descansar un par de horas en el lugar donde habían dejado su material de vivac.
Allí, fueron sorprendidos por un gran desprendimiento de hielo y piedras que les dejó graves heridas a ambos: múltiples fracturas en las costillas y afectación en un pulmón a Tomy y probablemente fractura de cadera y afectación en la columna a Korra, que quedó inmovilizado. El argentino llevó al italiano hasta los escasos restos del Box de los Ingleses (un antiguo refugio del que apenas quedan unos maderos), logró mandar un mensaje de texto de socorro con su InReach e inició el descenso como pudo. A unos 300 metros del suelo, Tomy Aguiló fue incapaz de continuar bajando y no tuvo más remedio que esperar la llegada de ayuda.
A los pies del Cerro Torre, el equipo de Matteo della Bordella consiguió localizar la ubicación exacta de Tomy Aguiló con su dron. El suizo Roger Schaeli, el alemán Thomas Huber y el argentino Roberto Treu se unieron al italiano para escalar hasta la posición de Aguiló, que se encontraba en un nevero triangular muy característico.
Comenzaron la operación para rescatarlo a las 18 horas y necesitaron unas tres horas para llegar hasta él, escalando los siete primeros largos de la nueva ruta abierta por los Ragni y realizando una travesía de 60 metros desde allí. Llevaron a cabo las respectivas maniobras de auxilio al guía argentino, al que prepararon para poder ayudarlo a descender. Pasada la medianoche, Thomas Huber y Roberto Treu iniciaban ese descenso con Tomy Aguiló.
Sin opciones por Korra Pesce
Matteo della Bordella y Roger Schaeli se quedaron en el nevero con la idea de continuar ascendiendo en ayuda de Korra Pesce. Se desató un fuerte viento y la temperatura cayó en picado. Ellos dos estaban a la espera de conocer con mayor exactitud la localización del accidentado, a quien nadie había podido ver ni en los vuelos de dron ni con prismáticos.
Al final, a las tres de la madrugada decidieron emprender el camino de bajada, antes de que fueran ellos quienes vieran comprometida su propia seguridad: “La decisión fue amarga, pero lamentablemente ya estábamos muy por encima de nuestros límites físicos y psicológicos, y entendimos que Korra se quedará para siempre en esa montaña”, apunta Matteo della Bordella.
DEP