La comunidad global de la escalada y el alpinismo ha implosionado en Ucrania y Rusia a raíz de la invasión ordenada por Putin. La situación para los deportistas ucranianos es extremadamente delicada, igual que para el resto de sus conciudadanos. Algunos de ellos han conseguido salir del país como refugiados en busca de seguridad, mientras otros han optado por coger las armas e implicarse en la defensa de su territorio.
Mientras tanto, desde Rusia llegan numerosísimas muestras de disconformidad con el desarrollo de las operaciones militares de su gobierno por parte de deportistas y periodistas especializados. Sus mensajes de apoyo a sus colegas y amigos en Ucrania y en contra de Putin publicados en redes sociales los colocan en una situación muy delicada.
Incierto viaje por Ucrania
Los bombardeos y la irrupción de las tropas rusas en territorio de Ucrania ha provocado que muchas familias hayan tenido la reacción de tratar de ponerse a salvo más allá de sus fronteras. Sin embargo, el viaje hacia el oeste es muy incierto en estos momentos, así que muchas de esas familias han optado finalmente por quedarse en sus casas sin apenas salir. Es el caso de la familia de Anna y Maxim Stenkovoy (ella es rusa y él ucraniano, ambos escaladores de velocidad), que viven en Nikopol con sus tres hijas.
Dos de los alpinistas más renombrados de Ucrania y firmes candidatos al próximo Piolet d’Or tras su apertura de la arista sureste del Annapurna III, Nikita Balabanov y Mikhail Fomin, han conseguido mandar a sus familias fuera del país. La documentalista y alpinista polaca Eliza Kubarska será la anfitriona de los Fomin en Polonia. Mientras tanto, Nikita y Mikhail siguen en su país.
Otros escaladores y alpinistas de Ucrania ejercen de enlace con la comunidad internacional a través de sus redes sociales, ya sea para vehicular el apoyo económico de quienes están dispuestos a colaborar activamente con la resistencia urcaniana o bien para informar de primera mano. Es el caso del bloquero Sergei Topishko –recientemente se subió a su primer 8C+ con Off the wagon low–, el vigente campeón del mundo de escalada de velocidad Danyil Boldyrev o la escaladora profesional Jenya Kazbekova.
En Lviv, cerca de la frontera polaca, el rocódromo de Stas Kleshnov –fue podio en una prueba de la Copa del Mundo de Búlder en 2008– se ha reconvertido en un punto de distribución de material de ayuda, como comida, ropa, etc.
Alta traición
Por otro lado, no es fácil la situación de los miembros de la comunidad de la escalada y el alpinismo de Rusia. Muchos de ellos se han posicionado claramente en contra de la invasión rusa de Ucrania. Una vehemencia que los pone en el punto de mira del aparato represor del gobierno. Anna Piunova, redactora jefe del portal de referencia www.mountain.ru, ya ha recibido mensajes de advertencia después de publicar un banner contra la guerra: “cometes un error mezclando política y montaña”.
Eso no la ha detenido en sus convicciones y sigue trabajando como siempre para informar acerca de los logros alpinísticos de deportistas rusos, ucranianos, georgianos, kirguís… “Aquí en Rusia, todos comprendemos el riesgo, que puede conllevar hasta veinte años de cárcel por alta traición, pero hemos decidido que no podemos mantenernos en silencio”, señala Anna.
Un peligro al que se exponen los centenares de firmantes de la carta abierta a Putin impulsada por el Piolet d’Or 2015 Aleksander Gukov, que hace apenas cinco meses regresaba de Kirguistán con una impresionante apertura en estilo alpino en el pico Kosmos. Rúbricas entre las que se encuentran las de los alpinistas Dmitri Golovchenko (Piolet d’Or 2017) y Evgeny Glazunov, la ochomilista Anastasia Runova o la periodista de www.RussianClimb.com Elena Laletina. Todos ellos han accedido a que sus nombres sean bien visibles bajo un texto que reza lo siguiente:
Carta abierta al presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, en nombre de los alpinistas rusos:
Nosotros, los escaladores de Rusia, nos oponemos a las acciones militares que el ejército ruso está realizando en el territorio de Ucrania.
Sabemos de primera mano lo frágil que es la vida humana. Consideramos un crimen que el ejército ruso invada el territorio de Ucrania, como resultado de lo cual sufren los pueblos de ambos países. Esta es una mancha en la historia de Rusia, con la que no solo nosotros, sino también nuestros hijos, tendremos que vivir.
Los ucranianos son nuestros hermanos, con quienes tenemos una historia milenaria.
Los ucranianos son nuestros amigos, con quienes hemos pasado codo con codo las pruebas más terribles y dificultades compartidas en las montañas.
No podemos aceptar la injustificada pérdida de vidas de ambos bandos y la incitación al odio entre nuestros pueblos y exigimos el cese inmediato de las hostilidades.
En las redes sociales, escaladores y alpinistas rusos también se han volcado en la crítica de la invasión de Ucrania. Uno de los más vehementes ha sido Vadim Timonov, bronce en el Europeo de Búlder 2019 y que anduvo tachando por tierras catalanas durante quince días del pasado mes de enero, como ya había hecho tiempo atrás en Albarracín. Resumía de este modo su estado de ánimo y el de otros muchos escaladores de su país, que habían lanzado la página web www.climbersvswar.ru (bloqueada):
Cuando veo lo que está pasando en Ucrania, mi corazón sangra. Familiares, amigos y conocidos difunden cosas tales que realmente tengo miedo de imaginarme en su lugar.
¡No necesitamos la guerra! ¡Queremos paz! ¡Lo que está sucediendo ahora es inaceptable en el siglo XXI! ¿Cómo pelear? – No lo sé, no puedo ni imaginármelo. Y entiendo que esta publicación no salvará la situación.
Ayer, por primera vez, estuve en un mitin contra la guerra en el centro de San Petersburgo. Ante cualquier frase como “no a la guerra”, 20 policías antidisturbios con munición completa y porras corren a por la persona, la meten en un furgón y la envían a la cárcel por tiempo indefinido. ¡La gente tiene miedo de salir, miedo de expresar su opinión!
Por lo tanto, hago un llamamiento a los deportistas, a los escaladores: ¡No calléis! ¡No tengáis miedo! Si esto no cambia la situación, al menos salvará vuestro honor y reputación. Todo el mundo piensa que estáis de acuerdo con lo que está pasando. ¡Sé que no es así!
¡Queremos participar en competiciones y viajar en el futuro, queremos ser amigos y no avergonzarnos de nuestra nacionalidad cuando nos encontremos fuera de nuestro país! La escalada es un deporte que existe en un círculo cercano de amigos y personas afines. Viajamos juntos, hacemos amigos y nos apoyamos mutuamente.
¡Paz!
Esperemos, que toda la ayuda, que se les preste, pueda, salvar a muchas Familias, de esta atrocidad. Estos deportistas, han puesto su granito de arena, yo lo haré, mandando dinero por ACNUR. Que Dios, les ayude.
Desde Madrid mucho ánimo a todos aquellos que están sufriendo por la guerra. 💪
Tiene mucho merito el realizar declaraciones de este tipo en un pais totalitario. Espero que no sufran por ello