La actualidad alpinística en Francia viene cargada con polémica. El pasado jueves 20 de abril, el histórico alpinista y guía de montaña Christophe Profit compareció frente al juez del tribunal correccional de Bonneville acusado de “robo” por haber retirado unos anclajes de la ruta normal del Mont-Blanc el año pasado. Una infracción que lo enfrentaba a una pena máxima de tres años de prisión y una multa de 4.000 euros. El tribunal se ha tomado ahora un plazo de deliberación hasta el 5 de junio.
Un acto militante, dos visiones de la montaña
Ciertamente, Christophe Profit retiró los anclajes en discordia, dos estacas metálicas de 1,80 metros de longitud, previamente colocadas por la compañía de guías de Saint-Gervais, de acuerdo con los guías de Chamonix, en la arista de Bosses (a unos 4.600 m). El controvertido alcalde de Saint-Gervais-les-Bais, Jean-Marc Peillex, interpuso dos demandas contra el alpinista: una por poner en peligro la vida de terceras personas y la otra por robo. La primera de ellas fue desestimada por la corte, al considerar que no tenía fundamento.
La defensa de Christophe Profit argumenta que su acción no es constitutiva de robo, sino que fue realizada como un acto militante, precisamente a favor de la seguridad de las personas. Según su forma de pensar, los alpinistas demasiado inexpertos como para necesitar dichos anclajes deberían considerar otras opciones antes de enfrentarse a una ruta que está por encima de sus posibilidades. El alpinista se negó a aceptar un acuerdo prejudicial en el que admitía su culpa, entestado en reivindicar su forma de entender la montaña.
Frente a esa manera de pensar, se alza la contraria, encarnada por el alcalde de Saint-Gervais, enfocado en ‘democratizar’ la montaña y defender el negocio que tanta riqueza proporciona a su municipio.
Un histórico del alpinismo comprometido
Christophe Profit ya se había significado anteriormente como férreo defensor de esta concepción de la montaña y se había dicho de él que era el “último bastión del alpinismo tradicional”. Según recuerdan fuentes locales, a principios de la década de 2000, desmontó cuatro paneles que advertían de la prohibición de acampar por encima del refugio de Goûter, alegando que “desfiguraban el lugar” y defendiendo la libertad de vivac como una herramienta fundamental del alpinismo.
Durante la década de 1980, Christophe Profit llevó a cabo una carrera de altísimo nivel. Con 21 años de edad, en junio de 1982, admiró a la comunidad alpinística por su ascensión en solitario de la Directa Americana en la cara oeste del Dru. En 1984 comenzó a dejar muestras de su concepción del alpinismo de velocidad, escalando la Intégrale de Peuterey en solitario en 32 horas. En 1985, enlazó las ascensiones de la norte del Cervino, el Eiger y las Grandes Jorasses en el día en verano, y en marzo de 1987 llevó a cabo la que se considera su mayor gesta alpina: la trilogía invernal de las caras norte de las Grandes Jorasses, el Eiger y el Cervino en 40 horas.
Más allá de los Alpes, Christophe Profit intentó dos veces la cara sur del Lhotse, como compañero de cordada de Reinhold Messner y de Enric Lucas. En verano de 1991 abrió una nueva ruta por la arista noroeste del K2 con Pierre Béghin. Su última gran ascensión himaláyica fue la ascensión de diciembre de 2001 a la cara norte del Kangtega (6.799 m) con Olivier Besson y André Pierre.
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Hace tiempo que se veía venir todas estas barreras en favor de las empresas privadas en el sector de las montañas…
Es de sentido común que si no estas preparado para realizar un actividad de cualquier tipo en montaña buscar una a tu nivel.
Lo de no permitir los vivac es una aberración a los principios más fundamentales y básicos del Alpinismo.
Basta ya de querer convertir todo es €€€..!!!
Un fantasma recorre el montañismo: el fantasma del Estado Securitario y del Mercado Punitivo. Muchas de las prácticas que definen al montañismo en su forma más pura hoy son sospechosas de no ser "seguras", suscitando polémicas artificiales de un tono cada vez más disciplinario. Antes el juicio ético sobre las prácticas alpinas se confiaba a los alpinistas, y éstos nunca se quedaron cortos, como lo demuestra la crucifixión de Cesare Maestri tras su aventura en el Cerro Torre, entre otros casos similares. Hoy, en cambio, esa facultad de enjuiciar ha pasado a manos de gestores comerciales, operadores turísticos, burócratas del deporte y funcionarios judiciales. En los Alpes ya han prohibido hacer "vivac" (pernoctar al raso) bajo la excusa de que es "poco seguro", y se están cursando multas millonarias a quienes lo hacen, sin importar que los alpinistas SIEMPRE han hecho vivac porque la práctica misma lo exige. Por lo visto, la historia alpina había sido un error. En una noticia aún más inquietante, el connotado escalador Cristophe Profit está siendo enjuiciado bajo el cargo de "robo" (arriesgando 3 años de cárcel) por quitar de una ruta unos anclajes absurdos que una empresa turística instaló para hacer más rentable su negocio. Así, el mismo tipo de duelo épico que en los años 50 enfrentó a Royal Robbins y Warren Harding, hoy ha sido degradado a un grisáceo juicio penal. Por cierto, la mezquina acusación contra Cristophe responde al mismo interés de quienes están privatizando los tradicionales refugios públicos en las crestas de los Pirineos: el capital outdoor invertido en las montañas está reclamando su propiedad legal sobre el montañismo. Acá en Chile, en fin, hay empresas de "guías" ofreciendo expediciones monitoreadas por los pacos, con lo cual confiesan que son unos "guías" buenos para los negocios pero incapaces de hacer su trabajo. Hay muchos otros síntomas, que no alcanzo a enumerar acá, de que el montañismo está en vías de convertirse en un mal chiste contado por el poder empresarial y burocrático, cuyo único interés es, claro, la ganancia. Es difícil saber si los montañistas, gente despolitizada por defecto, harán algo al respecto.
(Post publicado en Instagram: @andinismo.retrofuturista
Pues no señores estos tíos no molan!!!, montaña para todos.
Porque hay algunos que se creen la élite y que al monte solo deberían ir solo ellos.Este señor no decide quién va y quien no va.defensores o prepotencia?
Estoy contigo RqR, tipos así molan. Y ole sus narices en no apearse del burro aceptando el acuerdo prejudicial. Pues sí, esperemos que nuevas generaciones tengan ese talante
Este tipo (Jean-Marc Peillex) es el mismo que quería emprender una cruzada en favor de la protección del Monte Bianco porque un par de alpinistas compartieron en YouTube un vivac en su cumbre??
Joder… Si de verdad estamos hablando de últimos defensores del alpinismo clásico, en menos de una década, como las nuevas generaciones no nos plantemos, teleférico hasta el refu de Vallot (previamente convertido en hotel, por supuesto)…
Del precio del teleférico mejor no hablo, ya tomarán ejemplo de los presupuestos de ascensión en Nepal, y lo pujarán al cambio de moneda…