Una vez más, y ya van treinta, el alpinismo internacional celebró su gran día con los Piolets d’Or. La población alpina de Briançon ha albergado durante el fin de semana los actos de los 30 años de los Piolets d’Or en su edición de 2021, una retrospectiva de estas tres décadas de alpinismo y una reflexión acerca de su futuro. Francia y el entorno alpino vuelven a ser la sede de una celebración que en los últimos años se había trasladado a Ladek-Zdrój (Polonia) y a su festival de montaña.
Premios presenciales
Después de una edición 2020 marcada por la pandemia de coronavirus y por la virtualidad de buena parte de sus actividades, los Piolets d’Or 2021 han recuperado la presencialidad y todos los galardonados han recibido los premios en mano y frente al público. Ha sido el caso de Sílvia Vidal, quien ha sido galardonada con un reconocimiento especial por su ética, espíritu de exploración, compromiso y autosuficiencia. Catherine Destivelle fue la encargada de hacerle entrega de un premio que pone de manifiesto la admiración que el mundo del alpinismo siente por la escaladora catalana, primera española premiada en la historia de los Piolets d’Or.
Igualmente, Catherine Destivelle también entregó el Piolet d’Or por toda una trayectoria al japonés Yasushi Yamanoi. Él es otro alpinista importante en logros y muy grande en convicción y filosofía, cuya huella en el Himalaya ha servido de referencia a las posteriores generaciones del alpinismo procedente de Japón. Entre las ascensiones de este alpinista de 56 años destacan su nueva ruta en solitario al Cho Oyu de 1994 o su K2 en solitario en 48 horas de 2000.
Mt. Robson y Sani Pakkush
Los premios más importantes de este año, en los que el jurado ha valorado las ascensiones más reseñables realizadas durante 2020, han correspondido a Symon Welfringer y Pierrick Fine por su nueva ruta en el Sani Pakkush (6.952 m, Karakorum paquistaní), y a Uisdean Hawthorn y Ethan Berman por su apertura en el Mt. Robson (3.954 m, Rocosas Canadienses).
Los dos franceses trazaron Revers gagnant (2.500 m, M4+, Wi4+, 90º) en cuatro días de permanencia en la cara sur del Sani Pakkush. Este pico solamente había sido escalado una vez anteriormente, en 1991 por una expedición alemana a través de la arista noroeste. Tuvieron que enfrentarse a un clima despejado pero frío y a un difícil espolón de nieve, hielo y terreno mixto.
Por su parte, el estadounidense y el británico firmaron la primera ascensión de Running in the shadows (2.300 m, VI, M6, AI5, A0) en la célebre Emperor Face del Mt. Robson, el pico más alto de las Rocosas Canadienses. Además del desafío que supone escalar una pared mixta de tales dimensiones, su expedición brilló por su estilo desde la aproximación, en que no se usó helicóptero. Tuvieron que caminar 20 km desde la carretera hasta la montaña, escalar 2.300 metros de desnivel sobre terreno muy técnico y nunca antes ascendido, realizar una larga y compleja travesía hasta la cima, descender por otra ruta y volver a deshacer esos 20 km a pie a la vuelta.
Lindsay Griffin y el “alpinismo progresivo”
Al final de la gala de los Piolets d’Or 2021, Desnivel.com ha tenido la ocasión de charlar con Lindsay Griffin, una de las voces más autorizadas de la organización y responsable de seleccionar las actividades consideradas como susceptibles de ser premiadas. Una vez más, ha recalcado la importancia que da el evento a la filosofía que hay detrás de las expediciones: “El espíritu del Piolet d’Or se basa en el compromiso y en tratar de promover lo que yo llamaría alpinismo progresivo, un alpinismo que avanza en estilo y técnica. Alpinismo puro y ligero, que asciende grandes montañas sin dejar nada en la montaña”.
En ese sentido, ha valorado también algunas particularidades de la edición 2021: “Creo que es bueno que se haya mostrado que a menor altitud y más cerca de casa también puede haber ascensiones tan expuestas como aquellas que se hacen a gran altitud“.
- Etiquetas: Piolets d'Or, Silvia Vidal
Olé Silvia!!! 😉