La envergadura del Mont Blanc se queda corta en relación a la gente que lo visita cada año, especialmente en algunas épocas. Por eso las autoridades competentes han decidido que entre en vigor una medida que se debate desde hace tiempo. El alcalde de Saint-Gervais, Jean-Marc Peillex, publicaba en su cuenta de Twiter el siguiente mensaje hace unos días:
“¡¡Por fin!! Se ha tomado una decisión consensuada tras la reunión organizada por el Prefecto Lambert. Estoy orgulloso de anunciar que en 2019 el Mont Blanc no será ultrajado. Será obligatorio tener una reserva en el refugio y también se fijará una cuota de ascensiones diarias”.
El mensaje continuaba en un segundo tweet:
“El objetivo no es obligar a la gente a pagar dinero, sino regular las cosas. Sí, el “permiso” no tendrá coste. Se aplicará solo para la vía de Saint-Gervais [la normal o Goûter] entre el 15/6 y el 15/9, es decir, durante 90 días. El límite lo marca la capacidad de los refugios, 214 personas al día, que multiplicado por 90 da un total de 20.000 ascensiones potenciales”.
«Se intenta combatir los problemas de seguridad y orden público que se dan en el Mont Blanc»
Si se hace la cuenta, la cifra sale ligeramente más baja, y también disminuye si se tiene en cuenta que los guías que acompañen a los clientes sumarán como un alpinista más. “Prohibir el acceso a las montañas significa quitar la libertad. El alcalde de St. Gervais celebra un «día histórico”, pero es el más triste en la historia del alpinismo”, ha escrito en sus redes sociales un disgustado Hervé Barmasse.
No obstante, la medida viene de lejos. El pasado mes de julio se limitó el acceso durante una semana en una especie de prueba piloto con la que combatir los problemas de seguridad y orden público que se dan en el Mont Blanc. Peillex ha denunciado en más de una ocasión estos incidentes: cantantes que dan conciertos en la cima, turistas que pisan la cumbre una vez en la vida y dejan basura porque ya no volverán más y, sobre todo, conductas imprudentes por falta de conocimiento o de material.
El verano pasado se decidió establecer un kit obligatorio para escalar el Mont Blanc por la Voie Royale. Los elementos imprescindibles de la lista eran gorro, gafas de sol, máscara de esquí, crema solar, chaqueta caliente, gore tex, pantalón de montaña, cubre pantalón, calzado de alpinismo compatible con crampones, crampones ajustados para el calzado, arnés, kit de salida de grieta, cuerda, GPS o brújula y altímetro.
Con la medida se pretendía combatir el “efecto Kilian”, que consiste en infravalorar los riesgos de la montaña tomando como modelo a Kilian Jornet, cuya capacidad para ascender en pantalón corto y zapatillas está a años luz de lo que pueden hacer los visitantes habituales del Mont Blanc.
Si no me equivoco donde ahora están nuestras casas ( todas) antes había montañas, ríos, etc, etc. Yo derribaría todas, empezando por las de los naturistas/ecologistas/salvamontañas de pacotilla que pululan por esta web.
Que derriben todo ..es vergonzoso que a estos hoteles se les siga llamando refugios… Que koño ha pasado en menos de 100 años..!… hemos perdido el control de todo y el sentido común….?
Si no lo han derribado, habilitar el refu antiguo sería una solución.
Todos como obsesos a subir el MB, pero si no es ni la montaña más alta de Europa, no le veo el interés, excepto el poder decir al volver a la oficina que se ha subido.
Una cosa está clara, la humanidad corrompe todo lo que toca. Somos una plaga!
Podrá gustarles mas o menos, pero desde el primer refugio hasta hoy se ha ampliado cuatro o cinco veces. Y seguirá así siempre que siga aumentando la gente.El alcalde no ve el problema en el MB, el problema está en las capacidades del refugio. Es lo que hay!