Dos nuevas vías en el Aneto, por Jonatan García y Félix Sánchez

Es bastante probable que no haya otra persona que haya subido tantas veces el Aneto (3404 m) como Jonatan García y, si hay alguien que conoce sus debilidades o huecos inescalados, sin duda es él. A lo largo de más de un centenar de ascensiones, entre ellas una veintena de aperturas, ha ido intimando estrechamente con el rey del Pirineo.

Nos cuenta que en concreto a la cara N-NE del Aneto, la pared que se levanta sobre el glaciar de Barrancs, llevaba ya dos inviernos yendo a explorarla. Esta temporada, con las primeras nieves, acudió con su amigo Félix Sánchez a repetir el corredor Jean Arlaud (abierto en 1935), que surca las partes más evidentes de esta vertiente de forma bastante directa. Desde aquí pudieron comprobar que el terreno para posibles nuevas líneas a la izquierda de este corredor estaba en buenas condiciones.

Así, el pasado 17 de noviembre se lanzaron a trazar la primera ruta, que va justo a la izquierda del Arlaud y a la que bautizaron Ser Aventureros. Resultó un recorrido de 235 metros, en el que tuvieron que superar dificultades máximas de 90º en hielo y M5+ en mixto.

El desglose de largos es de Ser Aventureros es: L1 60 m, 80º/ L2 55 m 55º/ L3 50 m 90º M5+/ L4 20 m, 85º, M4 / L5 50 m 70º M4.

Tras un par de días de descanso, fueron a por la segunda ruta que habían visualizado, un poco más a la izquierda de la anterior, a la que han llamado SiGa (que viene de los nombres de sus hijos: Simón el de Jonatan y Gael de Félix). Tiene la misma longitud (235 m), aunque salió un poco más difícil, con 90º en hielo, hasta M6 en mixto y un tramo que tuvieron que superar en artificial A1.

El desglose de largos de SiGa es: L1 60 m, 85º, M4 / L2 60 m, 60º / L3 60 m 90º M6/ L4 55 M 45 º A1. Ambas rutas salen a la cima del Aneto, a la que se llega tras el último largo de escalada en unos 20 metros caminando por terreno fácil.

Como es sabido, las condiciones de las rutas invernales pueden variar mucho entre un año y otro, y también dentro de una misma temporada. Jonatan comenta que, al comprobar que la pared estaba en buenas condiciones, contar con el compañero y la motivación adecuadas, se decidieron a ir a por ellas y pudieron disfrutar de unas buenas jornadas de escalada, que era finalmente el objetivo principal.

Gran estudioso y conocedor de la zona, Jonatan buscó información y preguntó a los históricos acerca de la posibilidad de que hubiera ascensiones previas por este terreno, pero no ha encontrado documento alguno, como tampoco ningún tipo de rastro en la vía, por lo que lanza la propuesta de estas primeras ascensiones, sin descartar que en el pasado alguna otra persona haya pasado por allí, sin haber dejado testimonio alguno.

Con esta son ya 21 rutas las que ha dibujado Jonatan en su adorado Aneto, entre ellas la Zerain en la cara sur, la Resiliencia en la cara este o la Reina Petronila en la cara oeste. También ha protagonizado actividades intensas como unir las cuatro cresas del macizo Aneto-Maladetas en 22 horas o ascender sus 51 tresmiles en 34 horas desde Benasque y en total autonomía (que plasmó en este documental).

Su actividad, en todo caso, no se limita a este macizo. Jonatan cuenta con amplia experiencia en altas montañas, con expediciones al Annapurna (2017), Manaslu (2018) o el Ama Dablam invernal (2020), así como varios intentos al Dhaulagiri y a otras cumbres del Himalaya menos conocidas, pero la montaña a cuyos pies decidió irse a vivir hace unos cinco años desde su Vizcaya natal es su debilidad.

Como nos contaba en una entrevista publicada en Desnivel nº 427: «El Aneto es mi montaña de referencia, me ha abierto muchas puertas, me ha dado mucho y me ha quitado muy poco… Además de sus muchas opciones de tipos de escalada, es una montaña que se puede disfrutar en cualquier época del año. No diría que es “mi” montaña, porque las montañas no son de nuestra propiedad, pero sin duda es con la que me siento más identificado, en la que tengo mejores recuerdos y la que más me ha aportado; forma parte de mi vida».