Escena de la retirada del Dome Kang en 2004. Foto: SGETras escuchar las previsiones meteorológicas favorables, ayer salieron a montar el segundo Campo Base a 7.100 metros, algo que les costó unas ocho ó diez horas. Hoy, Tente, Carlos y tres serpas han puesto rumbo a la cima del Dome Khang, un sueño perseguido durante tres años. Carlos asegura que el ascenso hasta la cumbre ha sido tranquilo, ya que una vez que llegaron al plateu, las dificultades fueron desapareciendo.
Carlos ha querido destacar en todo momento la ayuda de los tres serpas en la colocación de las cuerdas en la pared. La primera parte, que era más técnica, la abrieron Carlos y Tente, pero la segunda, “hemos contado con su ayuda que ha sido estupenda”. A la cumbre nos han acompañado tres, “a nosotros nos apetecía mucho que subieran y a ellos les hacía también mucha ilusión”
La ruta ha sido completamente diferente a la del resto de intentos. Otras veces ha sido por las aristas y en esta ocasión ha sido a través de una pared de 1000 metros por 5 kilómetros de ancho por la que iban cayendo cosas. , pero “nos parecía un lugar interesante para llegar arriba”.
Carlos asegura que esta cima no se puede comparar con el Everest porque “no tiene nada que ver”. Actualmente, lo que tiene el Everest “es la altura o si subes o no con oxígeno”. Las cuerdas están puestas, están fijas. “Nosotros hemos traído metros y metros de cuerda y los hemos empleado todos. También hemos puesto clavos para hielo, roca, estacas… Aquí vas avanzando y no sabes lo que te vas a encontrar, en cambio, en el Everest, ya sabes lo que hay”.
Salvador García-Atance: «Ya era hora de subirlo»
Salvador García-Atance, jefe de la expedición, se ha mostrado encantado por la cima conseguida por Tente y Carlos al Dome Khang. Salvador, que finalmente no pudo llegar hasta la cumbre por motivos de salud, considera que la hazaña de los dos expedicionarios y los tres serpas ha sido “algo muy serio y muy fuerte pero sobre todo fantástico porque ya era hora de que lo consiguiéramos”.
La idea de la expedición al Dome Khang fue de Salvador, quien desde el año 94, busca siete miles que él mismo denomina “raros” porque no han sido muy ascendidos. Tras encontrar la historia de esta montaña en un libro e investigar sobre ella, Salvador descubrió que, era una cumbre virgen por lo que planteó el proyecto de ascenderla.
Audio desde la cumbre del Dome Kang. Carlos Soria con comenta sus sensaciones.
