El escalador escocés lanza este vídeo de su escalada sin cuerda a una vía clásica de las Highlands, de 200 metros de desnivel y cuatro largos con una dificultad técnica muy asequible y un paisaje de gran belleza.
Asciende sin cuerda esta vía clásica de la cara norte de Montserrat, de 250 metros y dificultad máxima de 6c. “No soy un loco ni un inconsciente”, asegura, explica que su receta es “entrenar tanto físicamente como mentalmente”.
El afamado escalador estadounidense protagoniza las ascensiones sin cuerda de la Cima Piccola di Lavaredo y del Petit Dru en dos episodios del proyecto ‘Alex Honnold: Soloist VR’ dirigido por Jon Griffith.
El escalador californiano escaló en una jornada de once horas sin cuerda las tres vías de largos más clásicas del lugar: Cloud Tower (11 largos, 7a+), Original Route al Rainbow Wall (14 largos, 7a+) y Levitation (10 largos, 6c+). Lo considera más duro que su solo integral en El Capitan.
Es la segunda vía de este grado que el escalador madrileño asciende en solo integral después de la ‘Kundalini’ del año pasado en El Vellón. Dave MacLeod ya la hizo también sin cuerda en 2008.
El estadounidense era muy seguido en Instagram y había ascendido 19 vías de 7a+ o más sin cuerda. Su vídeo de 2015 escalando una vía de Linville Gorge –el mismo sitio donde falleció– vistiendo solo un sombrero se hizo viral.
Esta es la segunda parte del artículo sobre Alex Honnold y su escalada en solo al Capitán. Nos adentramos ahora en los misteriosos mecanismos que impulsan a los escaladores a exponerse a una escalada en solo integral y explicamos las conclusiones médicas sobre el cerebro del escalador californiano, su relación con el miedo y la percepción del riesgo.
Hace unos días Alex Honnold escaló Freerider (7c+, 884m) en solo integral, y hoy nos llega este trailer de es impresionante actividad.
El de Sacramento ha sido el primero en escalar El Capitan sin cuerda, pero en su trayectoria ya figuraban otras varias ascensiones de enorme dificultad en este estilo, desde Astroman y Rostrum (2007), pasando por Sendero luminoso (2014) o el Half Dome (2008).
La escalada en solitario es un viaje, el solo integral un breve tránsito por la incertidumbre de sobrevivir. David Chambre hace un repaso de los nombres que alguna vez se han olvidado de la cuerda y propone una explicación para justificar el porqué.
