Análisis de accidentes

Accidente durante una quedada de senderismo propuesta en un grupo de Facebook

Presentamos un nuevo análisis de accidente en una actividad organizada por un grupo de «amigos» en redes sociales, que en realidad no se conocían en persona. El error en la percepción del riesgo se unió en este caso a la falta de vínculo afectivo entre los miembros del grupo.

Comité de Seguridad FEDME | 13 comentarios |

Un día soleado entre semana de febrero sobre las 9:00 de la mañana, quedé con un grupo de senderistas, de entre los 25 y 30 años de edad, que contactamos por Facebook a los que no conocía personalmente, ni entre ellos tampoco. El itinerario recorría un sendero marcado con una parte por un cañón bastante cerrado y abrupto. El recorrido era circular, de unos doce kilómetros de distancia por sendas sencillas de firme homogéneo, excepto la parte que transitaba por dentro del cañón, que era una zona de muchas piedras, resaltes y pozas con agua que había que ir evitando.

La actividad dio comienzo sobre las 10:00 a.m. El grupo avanzaba a un ritmo rápido y, poco a poco, una de las integrantes se iba quedando retrasada, llegó a un momento que perdió de vista al grupo.

Uno de los senderistas que iba en cabeza, al ver que faltaba uno del grupo, avisó al resto del grupo para que aminorara la marcha y esperaran. El grupo paró unos segundos hasta que vio a la rezagada aparecer por la retaguardia del grupo, claramente se observaba que tenía una condición física muy justa para un sendero de este calibre en comparación con el resto. Pero el resto del grupo, lejos de aminorar la marcha para no perder a la compañera, continuó enseguida sin bajar el ritmo inicial cada vez que esta les alcanzaba en cada aparada.

Debido a que el grupo no adoptó una velocidad más lenta y adecuada a la compañera más débil del grupo, se veía obligada a forzar la marcha y fatigarse en demasía para no quedar excesivamente descolgada y perder al grupo. Tenía miedo de quedarse sola en un lugar de montaña que no conocía y que nunca se hubiera atrevido a ir si no hubiera sido porque iba con gente que conocía el lugar.

A las dos horas del inicio del sendero, sobre las 12:00 a.m., más o menos en la mitad del recorrido, dentro del cañón donde el firme requería máxima atención y destreza física, la rezagada al dar un salto para pasar un resalte se hizo mucho daño en el tobillo y cayó al suelo.

Esta quedó claramente impedida para caminar. Al hacer una primera exploración de la lesión, se observaba una inflamación que le provocaba mucho dolor, impidiendo que apoyara el pie en el suelo.

Un miembro del grupo le advierte a la accidentada que si no está federada tendrá que pagar el rescate. Ella se pone nerviosa y nos pide por favor que la transportemos a horcajadas o “como sea”, se pone a llorar y nos dice que no tiene dinero para pagar eso. Entra en un estado de ansiedad, el resto de grupo se pone nervioso y parte de ellos dice que quiere irse. Una de las componentes tranquiliza a la accidentada diciéndole que ella se quedaría con ella, que no se iba a quedar sola y que no tenía que pagar nada. El caos surge.

El resto del grupo por diferentes motivos (excusas), deciden marcharse después de unos veinte minutos de discusión sobre quién debía quedarse. El organizador del grupo que propuso la actividad se va a buscar cobertura y a dar el aviso, ya que no había en el lugar del accidente. El resto del grupo decide irse junto con el organizador, pues a nadie más le venía bien quedarse. Al final con la accidentada se quedan dos personas que piden ropa y agua al resto del grupo antes de irse.

Sobre las 16:00h llegan los bomberos, protección civil con un médico y la guardia civil rural del pueblo más cercano. Pero, una vez en el lugar, los bomberos deciden que es necesaria la evacuación por helicóptero.

El organizador vuelve al sitio del accidente al mismo tiempo que llega el helicóptero, pues se siente responsable y quiere estar junto con la accidentada. En el hospital le diagnosticaron fractura de peroné.

Senderismo (foto de archivo)

Análisis causal del accidente por parte del comité

Las redes sociales son canales de relaciones entre personas y nadie escapa a su atracción porque nuestra prioridad en la vida es relacionarnos con otros. Dicho esto, y con la certeza de afirmar que el nuevo universo social es más virtual que real, amplificado por las redes de comunicación, podemos decir que en muchos casos es difícil diferenciar la realidad física de la virtual.

Es tal el mimetismo de estos universos, físico y virtual, que no diferenciamos cuando tratamos con amigos “virtuales” con las mismas aficiones, que con unos amigos con los que hemos compartido vivencias físicas. Estas son imprescindibles para poder tener una información correcta y tomar decisiones tan importantes de con quién compartir una salida de senderismo, barrancos o de escalada.

No olvidemos que estamos hablando de actividades catalogadas de riesgo, no de quedar para ir al cine. Las redes pueden ser positivas utilizándolas para ampliar nuestros horizontes de conocimiento o grupos de relación diferentes. Pero todo cambia cuando estamos hablando de quedadas, o primeras citas, para realizar o compartir en grupo un deporte que, en menor o mayor grado, se realiza con un rango mayor o menor de incertidumbre, y donde compartir un mal momento no es baladí. Y es aquí donde está el límite de su utilización, todo no vale, quedar para compartir con unos conocidos virtuales, pero desconocidos físicos, para hacer un sendero no es razonable.

Senderismo por el Pirineo Francés (foto de archivo)

Es evidente que la reflexión es muy sencilla y obvia, y si fuéramos puramente racionales, conscientes de la situación, no habría duda en qué hacer y no hacer en este supuesto, la intuición nos diría “es una irresponsabilidad quedar de esta manera”, pero la toma de decisiones es una mezcla de razón, emoción y autocomplacencia, y cuando estas últimas vencen estas situaciones son posibles.

En este caso, diez personas de entre 25 y 35 años, sin dudarlo aceptan la propuesta. Hay algo que les mueve a tomar la decisión de quedar sin pensar que es una decisión incorrecta. ¿Qué puede llevarnos a quedar a hacer un sendero desconocido de estas características con un grupo de diez personas que no conocemos de nada? ¿Qué puede hacer que nos pongamos en manos de un organizador-guía virtual que pone un anuncio en el grupo?

Claramente hay algo que no nos deja medir con exactitud el riesgo que estamos asumiendo, hay un fallo de percepción de riesgo, en este caso percibimos menos riesgo del que verdaderamente vamos a asumir. Y, viendo cuando se ofrece la actividad, un día entre semana, donde es muy difícil poder encontrar compañeros para salir a la montaña, es una razón oculta en nuestra mente que influye en la decisión. Nuestra cognición lo analiza como relación de oportunidad-recompensa. El sesgo de escasez influye en nuestra decisión, es decir el miedo a arrepentirse en el futuro, aparece como prioritaria la idea de “qué pocas oportunidades de poder quedar con grupos de senderistas entre semana”, a la de “qué poco razonable quedar a practicar senderismo con desconocidos” y vemos el momento, como nuestro día de suerte y hay que aprovecharla, se anula la valoración de los peligros objetivos al mínimo.

Pero un accidente nos trae la realidad de forma trágica. Los expertos en emergencias tienen claro que la parte más importante para resolver con solvencia un accidente o incidente durante una actividad de montaña es la aparición de un líder, y que este ejerza correctamente el liderazgo.

En este caso el liderazgo falla desde el momento en que el organizador virtual no tiene, o eso cree, ninguna responsabilidad o vínculo emocional; simplemente se considera un senderista más que conoce el itinerario. Estamos ante una quedada de “amigos” que no se conocen personalmente, una frase contradictoria hace veinte años.

El organizador virtual, como vemos en el relato, no es capaz ni de adecuar el ritmo de la marcha al que tiene menos condición física, no es capaz de tener en cuenta que el fatigar demasiado a alguien del grupo reduce las habilidades en terreno complejo, lo que puede llevar a un desenlace como en este caso, una torcedura en lugar pedregoso al no aminorar la marcha.

Ante la pregunta, ¿Por qué el resto del grupo no aminora la marcha?, la respuesta está en que se trata de un día entre semana cuando las personas de estas edades tienen obligaciones con familiares, o turnos de trabajo, que te lleva a ajustar sus salidas y donde no le viene bien a nadie aminorar porque llega tarde a sus citas. Los fines de semana son días libres normalmente, y la presión del tiempo es menor. Lo mismo pasó con la decisión de la mayoría del grupo de no querer apoyar a la lesionada. Pero por supuesto, todo esto acompañado de falta de vínculo afectivo por tratarse de un grupo circunstancial donde nadie se conocía.

También es impresionante, la “escampada” del grupo cuando ante un accidente de una de las senderistas prácticamente nadie quiere quedarse, todos quieren irse, lo que demuestra una falta de cohesión y responsabilidad recíproca entre los integrantes del grupo. Algo que roza el límite de la denegación de auxilio.

Lo de la vuelta del “organizador” de la actividad, a última hora antes de ser evacuada la accidentada, es curioso, pero la responsabilidad (la conciencia) le hizo volver. Y valga esto para decir que un organizador de una actividad es responsable jurídicamente y no está exento de sus responsabilidades por muy benévolo que sea, o por mucho que se esfuerce en dejar por escrito que cada uno es responsable de estar allí.

Agradecimiento

Nuestro más sincero agradecimiento a nuestros protagonistas por su exhaustivo, riguroso y completo análisis de los hechos. Igualmente, gracias por las recomendaciones sugeridas. Con toda seguridad estas aportaciones evitarán que hechos similares vuelvan a producirse en el futuro.

Pon Atención

Esto es un análisis de un caso que te puede ayudar a ver defectos en tu toma de decisiones, en esta y otras actividades de montaña. Nadie está libre de accidentes por muy experto que sea, pero igualmente todos somos libres de tomar decisiones más seguras.

Comité de Seguridad FEDME

Comentarios
13 comentarios
  1. Al usuario que critica la aplicacion Wikiloc solo decirle que somos todos adultos y quien sigue una ruta de wikiloc es el unico responsable de su ruta. Si eres un gañán, el problema eres tú, no un track publicado a titulo informativo, nunca obligatorio. Y sibre el comentario de la Fedme de que jurídicamente el organizador virtual es responsable NO me lo creo. Es como si organizo ir a una discoteca por internet y en la puerta, alguin del grupo es herido por arma blanca. Es el organizador culpable deceste plan? La Fedme barre para casa pues así te sacas un seguro con ellos y te apuntas pagando a dus quedadas.

  2. …y ya que decir el daño que está haciendo el Wikiloc….
    Esta aplicación que permite que cualquiera cuelgue un itinerario que ha realizado. Y dicho itinerario será seguido por cualquiera que se ha autodenominado "guía de montaña" que en ocasiones no tiene ni idea de lo que son esas marcas de senderos homologados…
    Siguen cualquier itinerario sin realizar previamente un pequeño análisis de prevención.
    Esto también es causa de muchos accidentes. Pero nadie hace nada por intentar regularlo. Y los de Wikiloc forrandose

  3. Yo tuve una desafortunada experiencia con un grupo de estos.
    Soy persona de montaña.
    Por circunstancias de la vida perdí contacto con mis compañeros de salidas.
    Me apunté a una salida de un grupo de estos.
    Cuando estábamos subiendo me cogió un tirón en un aductor.
    Me quedé retrasada y nadie me preguntó ni espero.
    La primera parada se hacía en un refugio.
    Cuándo llegue el resto del grupo ya se iba, nadie me esperó ni preguntó.
    Decidí con mi pareja volver y esperar abajo.
    Baje como pude
    Cuando llegaron el resto del grupo, nadie pregunto porque me había vuelto.
    Teóricamente son gente con experiencia en
    montaña,edades comprendidas de 40 a 60 años.
    Una vez y nunca más.

  4. Pedazos de irresponsables aquellos que deciden irse. No tiene que haber vínculo afectivo para ayudar a un compañero de senda. La montaña no perdona y a cualquiera le puede pasar.
    Por otro lado, es posible que haya faltado un poco de coordinación de parte del organizador. Hay precauciones mínimas como preavisar la ruta e itinerario al cuerpo de policía y bomberos del poblado más cercano.
    Ya el simple hecho de caminar se está convirtiendo en un asunto burocrático… Que el permiso, que la documentación, que la agencia de guianza, que el seguro, etc etc etc.
    ¿Cuándo perdimos el derecho a andar nuestras propias montañas?

  5. Hola buenas tardes.
    1° Si me salvo que se preparen los 7 que me dejaron tirado en la montaña, les falta cielo pa esconderse.
    2° Los tiempos han cambiado y la montaña más aún, los que disfrutamos de este deporte hemos pasado de unos pocos locos a los que miraba el cabrero de turno con estupor, a una inmensa mayoría de gentes de todo tipo y condición.
    3°Pienso que la Federación de Montaña no ha sabido estar a la altura de estos cambios, sólo hay que ver los impedimentos para federarse fuera de un club o federar a un club con pocos socios etc. De ahí que mucha gente salga al campo sin federar [yo entre ellos] tengo un seguro aparte.
    4°La gente no tiene experiencia en valorar las condiciones de las actividades [les pasa a los 8 milistas] cuanto más a mi y como yo la mayoría.
    5°El organizador de la actividad titulado o no por escrito o no es el responsable subsidiario de la actividad.

    Por lo tanto al loro con quien y como vamos al campo, ojo con los ramberos y los decatlonianos corredores de parque peri urbano etc.

  6. Sobre lo de que no se cobren los rescates. Si no me equivoco, las competencias las tienen las comunidades autónomas y hay algunas que sí que tienen regulado el cobro, aunque sólo lo han tramitado en ocasiones muy excepcionales. Y no sé ni si se ha llegado a ejecutar…

    Estoy de acuerdo en que debe prevalecer la seguridad, pero hay que encontrar una solución equilibrada para que los que tratamos de ser todo lo responsables que sea posible, no estemos toda la vida pagando, a base de impuestos, las idioteces de los demás.

  7. ¿Me vas a comparar una salida organizada por un club, en la que previamente se detalla el tipo de actividad, a quién va dirigida, y se realiza por gente con cierta experiencia y/o formación (monitor de club) y que adquiere un nivel importante de responsabilidad al hacerlo, con una quedada improvisada de diez gañanes irresponsables y desconocidos por internet? Si te calientas es porque debes tener el termostato estropeado.

  8. El post es INTERESADO. Se les está escapando el MERCADO. La gente se junta de modo libre por grupos de internet, en vez de ir a clubes "federados". En esos clubes o sociedades también hacen actividades colectivas para "perfectos desconocidos". Normalmente previo pago de una inscripción (muchas veces ganando dinero). Dejando que se inscriba "cualquiera". Aunque a veces pidan tener un seguro deportivo (licencia), ello no es sinónimo de que esa persona "sepa a lo que va", ni que tenga la forma física y técnica para la actividad a realizar. ¿Porque se va a exigir "más" a los participantes en quedadas de internet que a los participantes en Asociaciones integradas en la Fedme???? Y ahí lo dejo que me caliento….

  9. Tras leer el artículo… parece que el grupo es el culpable. Y nadie se plantea que el problema son LAS PERSONAS QUE SE APUNTAN A TODO, que no valoran si pueden, o no, hacer una salida de 10km con 500m de desnivel… cuando lo máximo que hacen es dar paseos por su zona.

  10. Muy interesante el artículo ya que es una situación cada vez más habitual y pone de manifiesto muchos de los problemas derivados. A mi me gustaría hacer hincapié en el hecho del miedo al pago del rescate: no hace mucho asistí a una conferencia de equipos de rescate en la que dejaban claro la importancia de transmitir al público que los rescates no se cobran en España, precisamente para que esta creencia cada vez más extendida no derive en un agravamiento de un accidente. Por supuesto, con esto no quiero decir que no sea importante tener seguro para las actividades y salir con gente con experiencia y cercana.

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