Nalle Hukkataival es uno de esos bloqueros de nivel internacional que ha hecho del 8B+ y el 8C prácticamente una rutina semanal desde hace años. Su voz siempre ha sido muy respetada en el seno de la comunidad mundial, por ecuánime en sus opiniones acerca del grado y una búsqueda a ratos patológica de la estética en las líneas que escala. Viaja más que Willy Fog, y se conoce al dedillo todas las grandes zonas de búlder del planeta.
Así pues, cuando el escalador finlandés lanza una opinión sobresaliente respecto a un bloque, vale la pena prestar atención y quedarse con el nombre de la pieza, candidata inmediata a pasar a la historia. Y eso acaba de ocurrir.
El viernes pasado, Nalle Hukkataival escribía lo siguiente en su página de Facebook:
He invertido todo mi tiempo intentando sólo este único proyecto desde que lo encontré unas tres semanas atrás. ¡Tan buena es esta cosa! Las últimas sesiones he estado haciendo decentes enlaces y ayer caí del ¡último movimiento duro! Va a caer pronto, ¡tenga que cambiar mi vuelo o no! Normalmente, los bloques más duros del mundo no son exactamente conocidos por ser los mejores, pero ¡esto va a ser leyenda! ¡No te encuentras muchos de estos en la vida!
Y el proyecto cayó
El vaticinio no podía ser más oportuno. Nalle Hukkataival no tuvo que esperar demasiado y el mismo domingo resolvía la línea que bautizaba como The stepping stone y cuyo grado situaba «en algún lugar alrededor del V15 (8C); quién sabe ya con los números más altos». Lo anunció con un emotivo mensaje en su página de Facebook y en su blog publicado el lunes:
Hay momentos en la vida que son difíciles de describir en palabras. Ayer fue uno de esos momentos. El último mes de mi vida ha girado alrededor de escalar este increíble proyecto. Ayer sólo era un día más intentando el proyecto y no estaba yendo demasiado bien. Todas las expectativas se habían ido por la ventana y sólo quedaba un último y desesperado esfuerzo. El sol se estaba poniendo tras el horizonte y pintando la roca de rojo. Este sería mi último intento. El viento sopló. Me unté las manos de magnesio como una docena de veces, como hago cuando estoy nervioso, y tiré de la roca. Estaba escalando totalmente con el piloto automático como he hecho muchas veces a través de las secciones. Una serie de gritos de sorpresa y alivio llevaron a la visión de mi mano derecha ¡aferrando la presa final! Escalé la salida de V0 como si fuera un V13 (8B). Justo ahí, de pie sobre el top de ese búlder contemplando la puesta de sol naranja brillante pudo ser la ¡experiencia escaladora más memorable de mi vida!
Ese bello momento duró un instante. Nalle Hukkataival hace una vez más realidad el aforismo que dice que un top es sólo el principio de un nuevo proyecto. Sin tiempo que perder, el escalador finlandés ha iniciado el regreso a casa para retomar su proyecto Lappnor, que promete mucho y podría suponer un verdadero paso adelante en la dificultad del búlder.