Meltdown es uno de esos nombres que se susurran en algunos rincones sombríos del valle de Yosemite desde hace dos décadas. Empezó a resonar ya en el siglo pasado, cuando el mítico Ron Kauk estuvo intentándola poco después de haber resuelto Magic line (8c, 1997). Se trata de un explosivo recorrido con una fisura de granito de 15 metros con una inclinación de 70 grados plagada de presas ínfimas, movimientos duros y un enorme potencial de caída.
Si a todo ello se le añade el hecho de que no está equipada, sino que hay que escalarla a golpe de friends y empotradores, se entiende que nos encontramos ante una vía especial. Beth Rodden se fijó en ella en 2007 y se la hizo su proyecto para el invierno siguiente.
Vale la pena recordar que fue la segunda escaladora en completar en libre una ruta de El Capitan después de Lynn Hill y que para entonces ya había inscrito en su libreta la repetición de The nose, la primera femenina de Optimist 8c o la escalada a vista de Phoenix.
A finales de febrero de 2008, Beth Rodden se pegó con cinta americana ocho piezas (friends y empotradores) para hacer más fácil el mosquetonaje y se lanzó a por el encadenamiento de una vía que ella misma calificaba posteriormente como “improbable”. Tras el logro, realizó una propuesta de grado de 8c/+, que para muchos peca de prudente.
En cualquier caso, ese fue el largo más duro de Yosemite hasta la liberación del Dawn Wall por parte de Tommy Caldwell y Kevin Jorgeson. Y dado que los largos de noveno grado de la famosa ruta de la pared del amanecer están parcialmente equipados, Meltdown sigue siendo una firme candidata a la vía más difícil de escalada trad en Yosemite y en todo el mundo.
Repetición discreta
Carlo Traversi se había fijado en Meltdown hace ya años. La vía se le metió entre ceja y ceja allá por 2012 y desde entonces la había ido probando y matizando de forma discontinua. En un post en su cuenta de Instagram de diciembre de 2015 aseguraba que ya la sentía muy cerca: “Es solo una cuestión de tiempo.
He hecho enormes progresos en Meltdown esta semana. Después de tres años de esfuerzos esporádicos, por fin puedo quedarme con confianza sobre las minúsculas presas de pie de esta referencia de la escalada trad. Solamente me queda esperar a que esta tormenta de invierno termine y luego de vuelta al trabajo”.
Aquella tormenta de invierno pasó, pero Meltdown continuó resistiéndose a sus esfuerzos otros tres años más hasta que finalmente ayer conseguía anotársela. Por ahora, no ha realizado comentarios en sus redes sociales y solamente lo ha hecho público con una breve inscripción en su scorecard de 8a.nu, donde especifica el apelativo “duro” en referencia al grado 8c+ que le otorga y escribe: “Segunda ascensión. Respetos para Beth”.
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Respetos para Beth Rodden. Espero que Carlo Traversi encadenara en el mismo estilo.
Debe ser difícil de narices esa vía