“Me preocupa mucho el cambio climático en Estados Unidos y que los políticos no le presten atención”, nos decía Tommy Caldwell en la última entrevista que publicamos en el número de noviembre de Desnivel. Desde hace un tiempo utiliza su proyección pública para concienciar de la necesidad de cuidar el medioambiente, y en su última publicación de Instagram ha vuelto a incidir en el asunto con el siguiente mensaje:
Sigo considerando Yosemite como uno de los lugares más bonitos de la Tierra. Pero el efecto del cambio climático, aquí, es sorprendente. En pocos años, el escarabajo del pino de montaña ha hecho que partes del valle dejasen de ser densas zonas de pinos y se convirtiese en un paisaje de robles mucho más abierto. El incendio de Ferguson quemó 96 000 hectáreas que rodeaban la comunidad en la que solíamos vivir. La mejor época para escalar se ha desplazado casi un mes y la nieve ya pocas veces cubre el suelo del valle. Es complicado no dar con alguien que últimamente haya experimentado “cosas raras” relacionadas con el tiempo. No hace falta investigar mucho para entender que síntomas como estos, en casa, no son más que el principio.
Antes pensaba que el trabajo humanitario era más noble que el medioambiental. Ahora los veo como una sola unidad. Necesitamos un país sano para prosperar y ahora mismo nuestra casa está indudablemente enferma. A veces me planteo qué tuvo el Dawn Wall que movió a tanta gente. Sé que no era solo por la escalada. Quizá fue porque la historia era en realidad una de compasión humana y dedicación para conseguir un sueño. Todo el mundo busca algo por lo que preocuparse de verdad. Tal vez deberíamos dejar que las amenazas que sufre nuestro planeta y nuestros compañeros humanos nos traigan vida de nuevo.