Iris Matamoros ha realizado recientemente uno de los encadenamientos más duros de su carrera como escalador, al completar la primera repetición de Hipoxia extensión 8c+/9a en el sector murciano de Santuario, justo un día después de la primera ascensión de Gonzalo Larrocha. Se trata de la versión original y completa de la línea Hipoxia, equipada por el propio Iris cinco años atrás y con cuya primera parte firmó su primer 8c+ en 2010.
El escalador valenciano afincado en Murcia llevaba ahora una temporada escalando de forma algo irregular por culpa de las lesiones, que no le permitían la continuidad deseada. Hacía más de año y medio que no encadenaba una vía de 8c+ (la última fue Potemkin en Cuenca en marzo de 2012). Pero parece que ha dejado atrás esa etapa gris para brillar de nuevo con fuerza y volver a flirtear con el noveno grado, un hito que consiguió en enero de aquel mismo año con el encadenamiento de Esclatamàsters 9a en Perles.
Hipoxia extensión es la segunda vía más dura de su libreta. Iris Matamoros cuenta en esta entrevista lo especial que es para él haber conseguido este encadenamiento y cerrar un ciclo que abrió hace cinco años. Además, valora especialmente el hecho de haberlo conseguido “en época de curro”, cuando las dificultades por la falta de tiempo y el cansancio acumulado en el trabajo, parecen transformar el grado de las vías en algo mucho más exigente.
Cuéntanos la historia de esta vía, que es la extensions de una línea anterior, ¿verdad?
En realidad, equipé la vía entera desde el principio hace casi cinco años. Cuando empezamos a probar lo de arriba parecía demasiado duro, así que puse una reunión intermedia hasta donde parecía factible. Hace tres años hice la primera parte, luego la repitieron Rafi y Gonzalo y pensamos que el grado estaba en torno al 8c+. Por aquel entonces representó el primero de la región.
¿Qué te motivó a intentarlo seriamente?
Este proyecto siempre tuvo un significado especial para mí, pero nunca me decidí a intentarlo a muerte. No es fácil encontrar las condiciones óptimas, ya que normalmente está mojada o hace demasiada calor. A la vuelta de vacaciones de verano empecé a trabajar en él. A diferencia de otros años, las lluvias se retrasaron y las condiciones eran cada vez mejores, así que me centré por completo.
¿Cómo describirías la línea y los movimientos?
La primera parte es muy desplomada, con bloques físicos y de tensión corporal, la segunda parte es de placa ligeramente desplomada de cantos pequeños y planos. En el último paso duro de la placa hay que coger una pinza mala con derecha y cruzar a un monodedo con izquierda.
¿Cuánto tiempo necesitaste para trabajarla y cuántos intentos hasta conseguir el encadenamiento?
Si hablamos de la extensión, unos 2 meses de trabajo, pero ya conocía muy bien la primera parte. Casi 20 veces tuve que pasar por la primera reunión de 8c+ hasta poder encadenar del tirón hasta arriba.
¿Qué fue lo más difícil que tuviste que superar para poder hacerla?
Sin ninguna duda, lo más duro para mi fue coger la resistencia para poder recuperar en un reposo activo que hay poco después de la primera reunión, y así afrontar con éxito la placa final.
A nivel mental, ¿cuál fue tu evolución en la vía?
Al principio, cada día mejoras o aprendes algo nuevo, así que siempre es motivante; no piensas que puedas encadenar, por lo que escalas sin presión ninguna, es muy divertido. De repente, un día te caes arriba y ves que está cerca, llega la presión y empiezan las dudas: entrenar más o intentar ir descansado para dar pegues buenos. Decidí entrenar dos semanas duras más (en las que no pude ni siquiera encadenar la primera parte) y luego ir a la vía siempre que podía. Caí muchas veces arriba rozando el monodedo, la veía muy cerca y a la vez lejos.
Ese es sin duda el peor momento a nivel mental, a veces me alejo un poco de la vía para volver con más ganas, pero la época de lluvias estaba cerca y seguí al pie del cañón hasta que me dejó pasar.
¿Qué lugar ocupa Hipoxia extension entre tu currículum de vías encadenadas? ¿Qué importancia ha tenido para ti?
Ocupa el lugar de último gran reto, y ha significado algo especial. Cuando la equipé, no sabía si algún día podría subir por ahí y finalmente el ciclo de buscar, equipar, limpiar, probar y encadenar se ha cerrado.
A nivel de dificultad me cuesta comparar, ya que por tema de lesiones hace casi dos años que no encadenaba nada tan duro. Es difícil comparar dos vías que has hecho en momentos muy alejados. También es complicado comparar lo que cuesta una vía que haces en época de curro o en vacaciones. Normalmente trabajo por las mañanas, entreno por la tarde y escalo los fines de semanas, muchos de los cuales voy cansado del entreno, el curro, etc. Con suerte, das dos o tres pegues buenos en una semana y eso hace que el proceso se alargue bastante. En época de vacaciones sólo me preocupo de comer bien, descansar, leer y escalar todo lo que puedo, así que el proceso suele ser mucho más rápido.
Por cierto, los días en que estuviste probando la vía también coincidiste allí con Álex Ventajas, que se hizo con la variante Suci pa la Hipoxia 8c, ¿qué relación tenéis? ¿Qué te parece el chaval?
Nos conocimos hace un par de años, aproximadamente, lo recuerdo más bajito, más tímido y aún menos hablador. Actualmente lo veo muchos fines de semana, es uno más del grupo y nos encanta que así sea. Fue entonces cuando Álex empezó a venir a los sectores de vías duras; hoy en día ha hecho varias de esas vías y esto no ha hecho nada más que empezar. Es muy joven, tiene buenas cualidades, apoyo familiar y le encanta escalar. El tiempo nos dirá lo bueno que puede llegar a ser, pero sobre todo espero que no deje de disfrutar, que sea humilde y que tenga unos buenos valores en relación al monte y la escalada.
En cuanto al sector, ¿cómo se lo describirías a alguien que no lo conozca? ¿Vale la pena ir?
Predominan las vías cortas, físicas y a bloque, no son vías disfrutonas de continuidad, en invierno suele hacer frío y se moja y en verano hace mucho calor. Sé que no suena muy bien, pero aún así es de lo mejor que tenemos.
¿Cómo vives actualmente la escalada?
La verdad es que sigo tan fanático como hace quince años, me considero afortunado de poder compartir todo esto con Tere, hace que todo sea mucho más fácil; ella me entiende, me anima, me aguanta y me ayuda a evolucionar.
Lo que más me motiva es intentar cosas duras que no estoy seguro de podré hacer, analizar mis puntos débiles y seguir mejorando. Por desgracias uno de esos puntos débiles son las lesiones. He tenido muchos parones.
¿Cuánto tiempo le dedicas?
Suelo entrenar de lunes a jueves y escalo los fines de semana, pero actualmente no soy tan estricto con el entrenamiento, intento escaparme alguna tarde a escalar en roca. Prefiero estar un poco menos fuerte pero pasármelo mejor.
¿Ya tienes algún nuevo proyecto en marcha? ¿Qué ideas te bullen por la cabeza?
Estoy probando un proyecto que acabé hace muy poco, pensaba que llegaría a 9a, pero no sé, ya veremos. En breve iremos a Santa Linya, quiero catar vías de un grado similar y así poder ajustar las de aquí.
También pasa por mi cabeza la nueva ley de Educación, el estado de la sanidad o la cantidad de amigos que tengo en el paro. Es hora de cambiar muchas cosas.