Una parte importante del trabajo de Gemma se desarrolla en zonas frecuentadas por escaladores. Su labor como agente forestal de la Comunidad de Madrid no solo consiste en vigilar y velar por la conservación del patrimonio natural, también en ayudar a establecer las pertinentes regulaciones para hacer compatible cada temporada la escalada con la nidificación y cría de las especies rupícolas. Precisamente sobre esto último hablamos con ella.
Gemma, ¿por qué se regula una vía, o un sector, de escalada?
Principalmente se regula una vía o sector cuando su uso afecta a la reproducción y cría de especies que nidifican en roca, en el caso de las aves, aunque también puede afectar a flora o fauna como son los murciélagos. Existen numerosas especies que utilizan las rocas para nidificar y criar, no solo rapaces también especies como los vencejos, chovas, aviones o incluso carboneros utilizan o bien la pared o sus repisas y oquedades.
¿Es tan perjudicial la actividad de la escalada en época de cría? ¿Existen estudios que lo demuestren?
La escalada en sí no sería perjudicial en las zonas más tradicionales puesto que ya en su día se desplazó a las especies que allí nidificaban. Como ejemplo tendríamos el caso de una especie catalogada en peligro de extinción que se vio desalojada en los años 90 por la presión de la escalada y que hace aproximadamente seis o siete años volvió a su antigua zona de cría por resultar un año muy frío y lluvioso y durante unos meses no hubo apenas afluencia de escaladores. Esta pareja ocupó su antigua plataforma y lleva ya unos años conviviendo con los escaladores gracias a la limitación por épocas de su zona de cría.
El problema de la escalada y la afección a la fauna es debida a la gran cantidad de vías y sectores que se abren continuamente y que ocupan las zonas donde ya se tuvieron que trasladar determinadas parejas por la presión de la escalada. El avance en las técnicas de apertura que hace muy fácil abrir nuevos itinerarios, el aumento de aficionados a la práctica de este deporte y la coincidencia en las épocas de reproducción con las temperaturas más suaves para practicarlo hacen incompatible la escalada con la cría.
Respecto a si existen estudios sobre su afección a la fauna, en todas las consejerías de las diferentes comunidades autónomas que tienen competencias en materia de medio ambiente existen numerosos informes que avalan la afección de este deporte y otros a la nidificación y pérdida de territorios de las especies rupícolas. Los profesionales tanto de la Administración como las asistencias técnicas contratadas por las administraciones, así como las ONG que realizan seguimiento de esta fauna, coinciden en que es incompatible la cría de estas especies con la escalada.
¿Qué especies crees que son las más sensibles a la actividad humana?
Como ya he comentado anteriormente, todas las especies rupícolas son sensibles a la presencia humana en su zona de cría. Ninguna pareja, da igual el tamaño o la ubicación, tolera que se acerque una persona a sus pollos o a la zona de incubación, provocando el abandono de la puesta y su posterior pérdida o directamente el abandono de los pollos. Es cierto que hay parejas, no especies, que toleran una relativa cercanía del ser humano y el paso por debajo de su nido siempre que no nos mantengamos debajo de él.
¿Qué debería hacer un escalador si detecta un nido en una vía sin regulación?
Es muy importante que los escaladores sean conscientes de que su actividad no es inocua y que deberán respetar la zona de cría de cualquier especie de aves, murciélagos y flora. Además de respetar la normativa que regula las molestias a la fauna, el sentido común debería primar. Si se detecta un nido ocupado, lo primero sería retirarse de la zona y ponerlo en conocimiento bien de los agentes forestales o medioambientales, bien mediante comunicación a asociaciones tipo Escalada Sostenible, Grefa, Seo, etcétera, para señalarlo o limitar su acceso temporalmente.
¿Cómo deberíamos comportarnos los escaladores en sectores cercanos a un área regulada?
Siempre que vayamos a practicar cualquier deporte cercano a una zona regulada (en este caso la escalada) la prudencia y el respeto al medio deben ir por delante. Intentar no levantar mucho la voz, no emitir gritos, no poner música y no acudir con grupos grandes de personas que suelen ser más ruidosas debido a que esta actividad va unida a la adrenalina y a la emoción.
¿Qué es una regulación dinámica?
La regulación dinámica consiste en limitar por épocas de reproducción y cría determinadas vías o sectores de escalada en las que se verifica que realmente el territorio está ocupado. Una vez que las crías han volado o desplazado, la limitación desaparece y se puede practicar la escalada. Si posteriormente se comprueba que la pareja ese año ha ocupado otra zona, el área o vías limitadas el año anterior volvería a tener uso una vez se compruebe que no hay ninguna especie afectada y por tanto ese año se podría escalar desde que se confirma que la especie está en otra zona, y siempre que no haya sido por molestias sino de forma natural.
¿Por qué hay administraciones que prefieren prohibir en vez de regular?
Es un tema muy polémico. Prohibir sin más asegura que determinadas especies que realmente son muy vulnerables y que tienen mucha dificultad para criar, tengan más posibilidades para sacar adelante sus pollos, como sería el caso del quebrantahuesos, especie muy sensible a la presencia humana y con grandes amenazas, no solo las molestias por practicar deporte. La responsabilidad de la Administración con competencias en materia de medio ambiente es velar por la conservación de todas las especies de flora y fauna, así como de su protección frente a los factores que las amenazan. La escalada es un factor más y, según quien sea el responsable en la gestión de esa zona afectada, puede valorar cerrar definitivamente una zona para evitar males mayores. Por este motivo es muy importante que si se consigue que una zona o una vía de escalada sea regulada y no prohibida, se respete al máximo la norma para evitar las restricciones totales.
Con respecto al área donde tú trabajas (Comunidad de Madrid), ¿qué actitud percibes de los escaladores hacia estas restricciones?
Por mi experiencia, a pesar de que las prohibiciones no gustan a nadie, cada vez los aficionados a la escalada son más receptivos a que la regulación es necesaria para que podamos convivir todos. La realidad es que la práctica de este deporte se ha disparado y la presión sobre el medio ambiente cada vez es mayor. Atrás han quedado las escaladas solitarias y las zonas sin aglomeraciones de personas, al menos en la Comunidad de Madrid, y debido a esto los escaladores se adentran cada vez más en territorios donde antes no se practicaba este deporte y por tanto las molestias han aumentado progresivamente. Por este motivo hay numerosos escaladores que son conscientes del problema y colaboran positivamente. Como ejemplo del gran respeto y colaboración tenemos el caso de la escuela de escalada de Patones, regulada desde hace años y respetada por los aficionados. También es verdad que los escaladores son conscientes de que si no se respetan las normas, el incumplimiento puede terminar en prohibición total, por este motivo son los propios escaladores los que llaman la atención a los que incumplen la norma, para evitar que la mala acción de uno afecte al disfrute de todos.
Escalada Sostenible colabora activamente con vosotros, sirviendo a veces de puente entre Administración y escaladores, ¿qué tal la experiencia?
La experiencia con Escalada Sostenible ha sido muy buena y enriquecedora. Siempre ha habido entendimiento y colaboración mutua. La verdad es que sin ellos el paisaje sería otro y el acercamiento a los escaladores habría sido mucho más difícil. Gracias a ellos hemos podido informar y señalar las zonas sensibles y gracias a su divulgación ha llegado a una gran parte de los aficionados. El mensaje que trasmiten es muy positivo y espero que la buena relación entre los Agentes Forestales y Escalada Sostenible continúe por mucho tiempo.
JM V-G
Una entrevista necesaria donde las haya. En la primera respuesta de Gemma, donde dice «o fauna», en referencia a los murciélagos que son mamíferos, debería decir «u otra fauna» o bien «u otra clase de fauna», y es que las aves también son fauna. Ánimo Gemma con vuestra tarea, demasiadas veces incomprendida por una parte del colectivo escalador, cuando no directamente vilipendiada. No en vano algunas de las especies por ella protegidas tan abnegadamente son verdaderas gemas de la naturaleza alad
Yo tengo una preguntilla, a ver qué opináis: ¿Si me encuentro una especie no protegida en una vía y en particular un murciélago, debo avisar a las autoridades pertinentes? La respuesta de la entrevistada es que sí, si no he leído mal, pero me resulta raro hacerlo si me encuentro un murciélago, que no anidan y ocupan cualquier agujero que les venga bien… no sé… hablo desde la totalñ ignorancia, desde luego que ornitólogo no soy
Muy buen artículo. Un apoyo total a este tipo de asociaciones, integradas por gente dispuesta a gastar su tiempo, dinero y energía en trabajar para el beneficio de todo el colectivo de escaladores.