La escalada en Santa Linya podría estar en peligro, según se desprende de la noticia publicada ayer en el diario La Vanguardia acerca del hallazgo de unos grabados del Paleolítico en las paredes de la cueva ilerdense. Por lo visto, se trata de las muestras de arte más antiguas de Cataluña y se hallan en la zona abierta a la escalada –más allá del espacio vallado en el que está prohibido escalar por cuestión de interés arqueológico–.
Esta noticia ha reavivado la eterna disputa entre escaladores y arqueólogos por Santa Linya y podría desembocar en una prohibición total de la escalada. Algunos escaladores ya han tomado la iniciativa y han lanzado una propuesta contra esa eventual prohibición.
Los hallazgos del Paleolítico
La noticia acerca de los últimos descubrimientos arqueológicos en Santa Linya se ha valorado como muy importante desde la perspectiva científica. El equipo de excavación liderado por Rafael Mora, arqueólogo y catedrático de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), dio casi por azar con unos grabados paleolíticos en las paredes de la bóveda.
“De momento hemos encontrado nueve puntos de grafías y pintura rupestre, aunque en este último caso no son más que manchas”, explica Mora en declaraciones a La Vanguardia. “Son únicos, no existe un hallazgo similar en Cataluña”, añade la arqueóloga Jezabel Pizarro. El artículo también incluye las entusiastas declaraciones de Maite Miró, jefa de Arqueología y Paleontología de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Generalitat de Catalunya.
Esas muestras de arte paleolítico han sido estudiadas durante esta campaña por los expertos en la materia Rafael Martínez y Pere Guillem Calatayud, de la sección de Arqueología y Arte Rupestre del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Generalitat Valenciana, quienes han confirmado la importancia del hallazgo.
Además, los científicos asumen que los grabados descubiertos hasta ahora puede que sean solo los primeros de una larga serie que confían que vayan apareciendo en campañas de excavación futuras. “Nunca nos habíamos planteado mirar la pared porque está muy deteriorada”, señalaba Jezabel Pizarro.
El ‘peligro’ de la escalada
Y es que el artículo no deja de hacer referencia al riesgo que corren los grabados paleolíticos por lo que se califica como “el peligro de la escalada”. Rafael Mora apunta en el artículo que la escalada “se realiza sin ningún tipo de control y supone una seria amenaza para su preservación” (la preservación de los grabados). También Maite Miró se refiere a ello diciendo que “la escalada deportiva en este lugar es un problema; tenemos pendiente una reunión que no puede tardar mucho con el ayuntamiento para tratar el tema”.
Rafael Martínez, por su parte, indica que “parte de los motivos ya han sufrido los efectos de esta acción” y el jefe de la excavación alerta de que “ahora mismo, se puede clavar algún clavo encima de los restos artísticos”. “La cueva está catalogada como Bien Cultural de Interés Nacional, tiene la máxima protección y no está protegida”, concluye.
El beneficio de la escalada
Los habitantes de Santa Linya siempre han sido los principales valedores de que la escalada se mantuviera en la cueva, en equilibrio con el yacimiento arqueológico. El artículo de La Vanguardia cita a un vecino, Josep Maria Taribó, que dice que “gracias a ellos (los escaladores), Santa Linya es conocida en todo el mundo”.
La alcaldesa del municipio, Lídia Ber, ha manifestado que “haremos lo que toque hacer”, aunque ha insistido en intentar compaginar ambas actividades: “La cueva está muy valorada internacionalmente y nos viene gente de todo el mundo”.
Petición contra la prohibición
A raíz de la difusión de la noticia del hallazgo y del riesgo de prohibición de la escalada en Santa Linya, los escaladores ya han comenzado a organizarse. Uno de los que más frecuenta la cueva, Gonzalo Larrocha, ha lanzado una campaña de Change.org para pedir tanto al ayuntamiento como al equipo arqueológico que no se cierre la cueva, con el siguiente mensaje:
La Cova Gran de Santa Linya es una zona de escalada de interés mundial. Se sitúa entre los 4 sectores con más vías difíciles en el mundo.
Los escaladores hemos sido desde el principio respetuosos con los arqueólogos y con su trabajo, mientras ellos han ido quitándonos terreno e invadiendo con su suciedad (plásticos, vallas…) un entorno natural privilegiado.
La escalada, que es la actividad actual en la cueva, y el estudio de los acontecimientos y actividades que sucedieron en la prehistoria deben convivir, como lo han hecho hasta ahora. Nosotros somos los nuevos habitantes de esta cueva.
Por todo esto te pido que firmes esta petición con la finalidad de seguir pudiendo disfrutar de esta gran escuela de escalada que es la Cova Gran de Santa Linya.