El estrés en la escalda es una oportunidad, no un problema

En que centramos el progreso. Más específicamente, en que prestamos atención para mejorar, en que pensamos y que actuaciones emprendemos. ¿Cómo gestionamos el estrés que determina la atención del pensamiento y las actuaciones se realicen de forma útil o inútil?

En primer lugar ¿Vemos el estrés como un problema o una oportunidad? Todo aprendizaje incluye cierto grado de estrés, por lo tanto lo necesitamos para aprender. Echemos un vistazo a la tensión asociada con la caída. “Odio la idea de la caída” se enmarca como un problema a evitar. Denominamos esta forma de pensar como “enfoque de problema.” También podemos ver el estrés como una oportunidad, por ejemplo: “Tengo curiosidad por la caída”, se enmarca como una oportunidad pro-activa. Denominamos esta forma de pensar como “enfoque de oportunidad.”

A continuación, nuestra atención progresará como un problema o una oportunidad respectivamente. “Odio la idea de la caída” la atención progresa en procesos de pensamiento y acciones para evitar la caída. Si pensamos en las vías que queremos escalar que son asequibles para nosotros y evitar el estrés, es un “enfoque problema” y tiende a provocar acciones que nos mantienen en nuestra zona de confort. Así no progresamos en el aprendizaje.

“Tengo curiosidad por la caída”. La atención progresa en procesos de pensamiento y acciones para practicar la caída. Si pensamos en cómo caer y en vías en las que podemos practicar la caída de manera segura, es un “enfoque de oportunidad” tiende a la pro-actividad y nos mueve fuera de nuestra zona de comodidad. Así si que se puede aprender.

Para estar mentalmente preparado, tenemos que identificar claramente cuales son las tareas en la escalada. Al hacer esto se presta atención en pensar y luego actuar en esas tareas. Hay tareas para cuando nos detenemos a pensar, tareas que hacer cuando nos comprometemos a escalar, y tareas que hacer cuando caemos.

La escalada es una oportunidad que escogemos para involucrarnos. Nadie nos obliga a escalar. Ya sea que estemos pensando, escalando, o reaccionando a una caída, si vemos el estrés como una oportunidad – no como un problema – a continuación nuestra atención aumentará para maximizar esta oportunidad.