Venezolana de nacimiento y aragonesa de adopción, Eilleen Jubes es un personaje muy querido para la comunidad escaladora que frecuenta las escuelas oscenses. Irrumpió en las noticias de escalada con su victoria contra pronóstico en el Campeonato de España de Búlder 2012, y protagonizó un año de dominio impresionante en las competiciones nacionales durante 2013, cuando lo ganó todo: revalidó el título en Campeonato de España de Búlder, le sumó el Campeonato de España de Escalada de Dificultad y lo completó con la Copa de España, en la que se impuso tras ganar las tres pruebas del circuito. Incluso formó parte ese año de la selección española y participó en un par de pruebas de la Copa del Mundo de Búlder y otras dos de la Copa del Mundo de Dificultad.
Sin embargo, lo que parecía el despegue fulgurante y relativamente tardío (tenía 30 años) de su carrera como competidora, se vio truncado por unos problemas recurrentes con sus hombros. Está operada de ambos y las recaídas no le han dejado escalar siempre en plenitud de condiciones.
Ahora, con 33, parece que finalmente ha encontrado el equilibrio. Su cuerpo está bien y su mente le sigue, con una gran motivación por conseguir superarse y alcanzar ambiciosos objetivos. De momento, acaba de hacerse con uno tras el que llevaba años: subir su grado de escalada en roca. Lo ha hecho con el reciente encadenamiento de Nowa 8c, una vía clásica de Vadiello con primera ascensión de Carlos Logroño en 2003.
«Nowa es una vía antigua, con pasos muy físicos y pasos largos»
¿Cómo sienta eso de haber conseguido encadenar tu primer 8c?
Siempre que superas algo que te propones en la vida sienta muy bien.
¿Por qué elegiste Nowa? ¿Qué tipo de vía es y qué historia tiene?
Elegí Nowa porque es una vía que está al lado de casa. He ido muy liada con el trabajo, y con esta vía he podido escaparme 4 o 5 horas para ir a probarla y volver a trabajar. Ha sido bastante cómodo para mí ir a ensayarla. Es una vía antigua, con pasos muy físicos y pasos largos.
¿Cuánto tiempo has estado centrada en ella y cuántos pegues le habrás dado?
Esta vía la probé antes de operarme del hombro pero, al ser tan física, tuve una recaída y la abandoné. Volví dos años después de operarme, la intenté con un método que era más seguro para mí y, como me fue bien, decidí intentarla. Empecé a tener más confianza en mi cuerpo; ya no tenía las molestias que solía tener, me sentía con más fuerza y me empecé a sentir mejor. En total, la probé seriamente durante dos meses y medio, y solía ir un par de veces por semana. En cuanto a los pegues, no tengo ni idea, pero nunca más de dos en el día porque me dejaba muy cansada.
«Cuando hay algo en tu cuerpo que no va bien tu cabeza tampoco se siente cómoda y viceversa»
¿Cómo terminó siendo el día del encadenamiento?
Terminé trabajando, pero muy contenta.
En Facebook hablas de que con Nowa has superado tu barrera. ¿Sentías el grado 8c como una barrera? ¿Cómo te has preparado para superarla? ¿Ha sido más bien mental o físico?
Para mí, las barreras no son números; las barreras están muy en el inconsciente de cada uno. Para mí, ha sido superar la autoconfianza de saber que físicamente estoy bien, lo más curioso es que todo está unido por un hilo muy fino y en el momento en que tu cuerpo tiene algo que no va bien tu cabeza tampoco se siente cómoda y viceversa
Has tenido algunas lesiones en los últimos tiempos, ¿qué lesiones han sido? ¿Ya están superadas?
Hace muchos años que estuve arrastrando una lesión de hombro. Ahora estoy operada de los dos hombros, pero el izquierdo, que fue el último que me operé, me dio muchas recaídas. En el momento que empezaba a trabajarlo para fortalecerlo, cuando pensaba que ya estaba perfecto, no era así: en el momento que menos me lo esperaba, los movimientos más sutiles me lo hacían luxar. Ha sido como estar constantemente nadando contra la corriente. Hacía mucho tiempo que no me sentía bien física y mentalmente. El cuerpo y la mente están muy unidos y, en el momento en que sentimos que algo no está en su lugar, cualquier pequeña duda, esta información viaja rápido al cerebro y este envía una respuesta y todas las sensaciones cambian y viceversa. Una vez leí que, en el momento en que tienes un pensamiento negativo, el 70% de tu fuerza disminuye, y eso es muchísimo.
«Las experiencias más duras te enseñan, te vuelven fuerte y mejor persona»
¿Cómo ves la escalada ahora, después de todas esas experiencias buenas y malas?
Para mí, la escalada es maravillosa, un deporte que te enseña mucho. Las experiencias malas te pueden aparecer en cualquier circunstancia de la vida: en un coche, en tu casa, en el día a día… Las etiquetas las ponemos en nuestro cerebro, la sociedad y la vida nos obligan a diferenciar lo que nos gusta y lo que no nos gusta. Yo pienso que las experiencias más duras te enseñan, te vuelven fuerte y mejor persona cuando las sabes superar; las experiencias buenas están en el aire, las disfrutamos pero sabemos que se van a ir. No siempre estamos en una nube, aún hay mucho que aprender y con esto no quiero decir que haya que ser un sufridor para aprender, para nada.
En 2013 fuiste Campeona de España y campeona de la Copa de España ganando todas las pruebas, ¿han dejado de estar las compes en tu lista de objetivos?
El año pasado y el anterior participé también, pero me sentí tan insegura… No quería volver a hacerme daño, aún no estaba preparada para rendir lo que podía rendir ni físicamente ni mentalmente. Por eso dirigí mi atención hacia otro foco, por lo menos de momento.
¿Tienes ya la mente puesta en algún otro objetivo duro en roca?
Me gusta asentar los grados, sentirme más segura en el 8c. Antes de hacer este intenté muchos otros, pero siempre había un momento que me hacía dejarlos. Ahora quiero volver a esas vías que probé en su momento y cambiar mis expectativas, disfrutar y seguir superándome. Me gustaría mejorar mi grado máximo, por supuesto, y también mi grado a vista, que creo que es la escalada que más se disfruta: todo es nuevo, todos los movimientos, todas las soluciones que espontáneamente encuentra tu cuerpo… es apasionante.