Jakob Schubert lo ha conseguido. El escalador austriaco ha terminado finalmente por encadenar Es Pontàs, la más célebre vía del psicobloc mallorquín creada hace quince años por Chris Sharma y que se había llegado a valorar como posible 9b. El vigente campeón del mundo de dificultad y medallista de bronce olímpico ha realizado la tercera repetición de la línea y, junto con su encadenamiento de Alasha de hace unos días, completa el binomio de lo más duro del psicobloc en Mallorca.
Vacaciones con objetivos
Tal como comenta él mismo en el avance del vídeo que ha publicado en su canal de YouTube, “después de este año en el que he estado centrado en importantes competiciones, estaba hambriento de algo de escalada en roca, pero a la vez intentar algo nuevo, vivir una aventura y esa es la razón por la que vine a Mallorca a probar el psicobloc y no tengo palabras para decir cuánto me gusta esta modalidad y lo divertido que me resulta… es como una mezcla de vacaciones, pasar un tiempo estupendo pero a la vez apretar duro, llegar al límite, pasar algo de miedo al caer al agua…”.
No llegó, sin embargo, a la mayor de las Baleares a ciegas. Tenía en mente los objetivos más ambiciosos, que no eran otros que Es Pontàs y Alasha. “Quería intentarlas y, a ser posible, encadenar al menos una de ellas”, admite. El hecho de encadenar Alasha más rápido de lo previsto –“es muy de mi estilo”, justifica el fortísimo escalador–, le dio la oportunidad de disponer de bastante tiempo para trabajar Es Pontàs, que le obligó a exprimirse mucho más.
En la histórica vía que Chris Sharma presentó al mundo con su primera ascensión de 2006, Jakob Schubert cayó en innumerables ocasiones desde un largo movimiento dinámico que se le atragantaba. Cuando finalmente fue capaz de quedarse de él, ya no soltó la presa y continuó escalando sin fallo hasta el top.
Tercera repetición y 9a
Hasta ahora, Es Pontàs contaba con la citada primera ascensión de Chris Sharma y las repeticiones de Jernej Kruder en 2016 y de Jan Hojer en 2018. El californiano nunca propuso un grado concreto para la vía, aunque sí apuntó que para él se situaba en algún lugar del noveno grado y que podía llegar a compararse con algunas de las vías más duras que había hecho, alrededor de 9b.
Ni el esloveno ni el alemán tampoco precisaron una propuesta de grado y abonaron las palabras de Chris Sharma al respecto. Algunos medios la colocaron en el 9a+, mientras otros la ponían con prudencia en el 9b. Jakob Schubert, en su scorecard de The Crag, ha considerado que la dificultad de Es Pontàs sería bastante parecida a la de Alasha, aunque ambas vías son de estilos completamente diferentes: “Me llevó muchos intentos finalmente quedarme del dinámico, pero una vez lo hice pude encadenar. ¡Es una línea increíble! Sin duda es más dura que Alasha para mí, pero da menos miedo…”.
Al final, para él las dos responderían bien al 9a.