Hubo una época en que escalar El Capitan era considerado sencillamente como algo imposible. En el Yosemite de hace más de sesenta años, aquellos pioneros del big wall iban alcanzando hitos importantes, como la primera ascensión de la Regular Northwest Face al Half Dome (Royal Robbins, Jerry Gallwas y Mike Sherrick, 1957), pero todos ellos admiraban aquella inmensa proa de granito sin esperanzas de llegar a subir jamás por ella.
Frustrado por no haber conseguido aquella primera en el Half Dome, Warren Harding tuvo el arrebato de ir a por El Capitan. Wayne Merry y George Whitmore lo siguieron. El terceto invirtió 47 días en la pared entre 1957 y 1958, trazando un itinerario por terreno desconocido, fijando cuerdas y convenciéndose de que podían hacerlo. Y el 1 de noviembre se lanzaron a por ello. Doce días más tarde, salían por arriba y se llevaban todos los honores y la admiración general. Habían logrado lo imposible.
Un tipo humilde
George Whitmore tenía 27 años en aquellos momentos y una personalidad poco dada a las estridencias. Conocedores de la época en Yosemite aseguran que era el necesario contrapeso del extemporáneo Warren Harding, siempre inclinado hacia los excesos. George Whitmore nunca presumió de su papel en la cordada que realizó la apertura de The Nose y la primera ascensión de El Capitan. Él solía contar que su trabajo consistió en izar pesadísimos petates y garantizar la logística de la escalada, cargando el material necesario para asegurar la vía.
Era el último superviviente de aquella cordada mítica: Warren Harding falleció en 2002 y Wayne Merry lo hizo en 2019.
Reputado conservacionista
En lo profesional, George Whitmore era farmacéutico de profesión, aunque se le recordará por ser un apasionado conservacionista, con una gran influencia. Su carácter tranquilo, empático y realista lo llevó a tratar con éxito con la clase política para conseguir avances legislativos en el terreno de la conservación de la naturaleza en la Sierra Nevada y su entorno. Quienes mejor lo conocían aseguran que ese es el legado del que estaba más orgulloso; mucho más que de haber sido el primero en escalar The Nose.
En ese ámbito, en 1984, contribuyó a la aprobación de la California Wilderness Act, que incorporó unas 730.000 hectáreas al sistema de espacios naturales protegidos. En 1976, tuvo un rol destacado en la creación del área protegida de Kaiser Wilderness, y a lo largo de los años formó parte de exitosas iniciativas de preservación de la naturaleza contra proyectos de presas, autopistas o estaciones de esquí como la promovida por Disney en un entorno que hoy forma parte del Sequoia National Park.
Complicaciones de Covid-19
Cuenta su familia que George Whitmore era todavía un escalador en activo a sus 89 años de edad. A pesar de haber padecido cáncer durante años, tenía una vida dinámica. No obstante, se contagió de Covid-19 y las complicaciones de la enfermedad terminaron con su vida el pasado 1 de enero de 2021.
Talento e inspiración. Ética y libertad. Se va uno de los grandes. Descansa en paz… allá donde estés.