No se puede negar que Dani Fuertes es un tipo persistente. Equipó hace más de ocho años una vía de gran dureza en Alquézar. Ha ido probándola con más o menos regularidad a lo largo de todo este tiempo, y ha llegado incluso a convertirse en una obsesión para él. Un objetivo lleno de presión en el que tenía instalada una enorme barrera psicológica. Finalmente, este mes de enero ha conseguido derribar esa barrera y escalar hasta la reunión, obteniendo el tan ansiado triunfo del encadenamiento de Priorato de Sión 9a.
La vía registró su primera ascensión de la mano de Ramon Julián, quien sugirió para ella un grado de 8c+. Posteriormente, en 2014, fue Dani Moreno quien consiguió resolverla también, discrepando de Ramonet en cuanto al grado y proponiendo un 9a al alza. Dani Fuertes está de acuerdo con su paisano aragonés y también le da 9a.
Es el cuarto 9a de su carrera deportiva desde que en 2009 hizo Supernowa en Vadiello. Posteriormente llegarían Era Vella en Margalef (2012) y Fabela pa la enmienda en Santa Linya (2014). El encadenamiento de Priorato de Sión llega después de un 2015 que ha sido el mejor año para Dani Fuertes, en el que ha encadenado hasta ocho vías de 8c+ en Santa Linya, Rodellar, Oñate y Cuenca.
«En este tipo de proyectos siempre hay mucha presión»
¿Qué se siente después de tachar un proyecto tan largamente deseado?
Pues como diría Pablo Ochoa, buen amigo mío, “¡he cagao un melón!”. La verdad que mucha liberación mental. No tendría por qué, pero en este tipo de proyectos siempre hay mucha presión. Cuando todos los parámetros te dicen que vas a encadenar pero ese día nunca llega, esa presión va en aumento y al final es muy difícil manejarla bien. Ahora, eso simplemente ha desaparecido porque, aunque siempre tienes proyectos que te dan guerra, de Rambla personal sólo hay una en tu vida, y quien lo haya vivido o lo esté viviendo sabe de lo que hablo.
Empecemos por el principio. Tú equipaste la vía hacia 2007. ¿Qué te llamó la atención de ese trozo de roca y cómo es la línea?
En realidad, la primera persona en rapelar por ahí fue mi amigo Óscar, un activo equipador de Zaragoza. Como vio que iba a salir muy duro prefirió llamarme para que fuese yo quien la equipara (lo cual le agradezco) y él equipó otra muy buena vía justo a su derecha, El mentor 7c+. La vía transcurre por un muro desplomado a unos 40º de unos 12 metros, para dar paso a una placa fácil de unos 8 metros más. La dificultad de la vía, pese a lo corta que es, no radica en un duro bloque, sino en tener la fuerza resistencia necesaria para hilar unos 20 movimientos que no dan respiro y que guardan sus movimientos más duros al final.
«Al principio, no me motivé con la vía, era demasiado dura para mí»
La estuviste probando, pero le dejaste la primera ascensión a Ramonet, cosa no siempre demasiado habitual… ¿por qué? ¿Qué importancia crees que tiene la relación como de ‘propiedad’ entre un equipador y su vía?
Cuando la equipé, no la probé mucho; resolví todos los movimientos menos uno abajo que no me salía. Entonces no me motivé con ella, era demasiado dura para mí en ese momento. No es que le dejara a Ramonet la primera ascensión, se la dejé a quien la quisiera hacer. De hecho, antes que Ramon, la probó mucha gente fuerte como Dave Graham o Jon Cardwell.
Creo que si un equipador tiene la ilusión de hacer la primera ascensión de su vía hay que respetarlo. Todo dentro de lo razonable, claro. Si la equipa, se motiva y ves que está invirtiendo su tiempo y esfuerzo en hacerla, por su puesto pienso que hay que respetarlo. Otra cosa es que la equipe y no quiera ir a hacerla y la vía este mucho tiempo sin escalarse sólo porque al equipado no le apetece. Entonces esa decisión la seguiría respetando pero no la compartiría ni entendería.
«No tengo ni idea de los pegues que le puedo haber dado»
Y luego han pasado unos 8 años de intentos… ¿cuánto tiempo te habrás pasado colgado ahí? ¿Cuántos pegues calculas haberle dado?
¡Buah! Ni idea de los pegues que le puedo haber dado. La probé un poco el año que la equipé y luego, durante los años siguientes casi no la probé; algún día me subía, pero nada más. Hace cuatro años sí que la probé más en serio, dejándola con una caída, y desde entonces la he probado más en serio, como unos 10 o 15 días por temporada, en los que le habré dado entre 3 y 5 pegues por día.
¿Cómo es el movimiento que te tuvo encallado? ¿Cómo conseguiste finalmente superarlo?
Para mí, el movimiento clave es una levantada de un invertido de izquierdas. No es que físicamente me cueste mucho ese paso concreto, pero la verdad es que caía ahí una y otra vez y no llegaba a entender muy bien por qué. Llegaba ahí, caía y de ahí me iba siempre a la reunión. Nunca hasta este año había conseguido pasar de ahí encadenando, ¡era desesperante y muy frustrante! Eso fue lo que, estos últimos años, me hacía abandonarla antes de que me volviera loco.
El año pasado cambié el método por uno que me venía mejor; es un poco raro pero a mí me va bastante bien. Pero la clave para pasar de ahí ha sido, sin lugar a dudas, la confianza con la que he afrontado la vía, a diferencia de otros años.
«Este año estaba con más confianza en mí mismo»
¿Has tenido que prepararte específicamente para ello?
La verdad es que no me he preparado específicamente para esta vía. Simplemente este año estaba con más confianza en mí mismo que en años anteriores y desde el primer día vi que la iba a hacer. Ha sido cuestión de tiempo y de tener la confianza en que este año la iba a hacer.
¿Qué estrategia has seguido a nivel psicológico? ¿Cómo se puede derribar esa barrera que tenías?
La verdad es que me motivó muchísimo cuando la hizo Dani Moreno quien, aparte de ser un buen amigo, es una persona que me motiva muchísimo e influye mucho en mí. La temporada en que la hizo cambió mi perspectiva de la vía y de enfrentarme a ella. Ese año (2014) no pudo ser, pero estuve muy cerca. Con esta vía sentía muchísima presión, todo mi entorno me preguntaba cada vez que iba, cada pegue que le daba; la gente que estaba presente siempre flipaba de lo fácil que subía y siempre decía “al siguiente la haces” o “ya está tío”, pero siempre era lo mismo, caer en el mismo paso. Y cuando ya no soportaba esa presión, pues la dejaba para el año siguiente.
Este año venía de un muy buen año y venía con confianza. No quería que me pasara lo de años anteriores y decidí darle sin más, disfrutando de la vía y sin ansias de encadenar, sólo de disfrutar cada movimiento, cada pegue, cada día en ella con mis amigos. Yo creo que esa ha sido la clave, y sobre todo los pantalones Samurai que me dejo Bada para dar el pegue decisivo, ¡ese fue el auténtico secreto!
«Seguramente esta sea la mejor época de mi vida como escalador»
Más allá del Priorato de Sión, tuviste un 2015 muy bueno deportivamente, ¿estás en tu mejor momento?
Como he comentado anteriormente, el 2015 y 2014 también, han sido los dos mejores años de mi vida como deportista. De hecho, pienso que es muchísimo mas importante y relevante deportivamente hablando la actividad del año pasado a que hubiera cerrado el año encadenando un 9a que seguramente habría sido noticia pero personalmente no habría considerado que fuera un año como para resaltarlo.
Ahora estoy viviendo un momento muy bueno. Seguramente esta sea la mejor época de mi vida como escalador, y no sólo por lo deportivo, sino también en lo personal. Silvia, mi pareja, también está viviendo su mejor momento como escaladora, probando y haciendo sus primeros octavos, en un proceso de superación personal impresionante, y me encanta estar a su lado disfrutándolo.
¡Esperemos que el ritmo no pare y este 2016 venga igual o mejor que el 2015! De momento hemos empezado de manera inmejorable.
En tu instagram ya has colgado alguna foto de nuevos proyectos en Margalef, ¿alguno en especial que ocupe ya tu mente liberada?
¿Proyectos dices? ¡Eso no falta nunca! ¡Demasiados, diría yo! Muchos ocupan mi mente, no sólo en Margalef, sino también en otros sitios como Siurana, Zafrane, Santa Linya, Rodellar, Cuenca, Céüse, País Vasco… ¡va a ser un año muy largo!
Por cierto, instagram se ha convertido en la red social favorita de muchos escaladores, ¿la tuya también? ¿Qué te aporta y qué uso le das?
La verdad es que sí me gusta. Es una manera rápida de ver fotos y actividades buenas. Yo la suelo usar para publicar noticias de mis actividades, pero también para poner fotos sin más, de lugares, vías, amigos, experiencias, etc. ¿No dicen que una imagen vale más que mil palabras? ¡Pues eso!
Además, para los patrocinadores es muy importante estar en las redes sociales, ya que es un acceso rápido a muchísima gente relacionada con la escalada. Si me permites, aprovecho para agradecerles el apoyo recibido, que para mí es muy importante: gracias a Trangoworld, Climbing Technology, La Sportiva Spain, Bagoanegra, Julbo y Epaplus por vuestra confianza.