Ignacio Mulero ha anunciado hoy en sus redes sociales que ha encadenado El boulder del pedal 8c+. Lo más destacado de este logro es que no se trata de una vía de escalada deportiva, sino que la ha hecho tirando de friends y fisureros, en estilo clásico. Así lo explicaba él mismo:
Dentro de los proyectos de autoprotección que tengo, quizás este fuese el que más ganas tenía de hacer.
Desde que lo probé la temporada pasada ¡muchos días han pasado! Días de abrirse la piel, días de no entender mucho, mil cambios de métodos, roturas de pies claves, días de sentirte bien y no tener el material para poder hacerla, esperas interminables los fines de semana a que los excursionistas terminen las comidas a la sombra de la roca…
¡Muchos buenos momentos en este pedacito de roca! ¡Ya me da hasta pena haberla hecho!
Mulero es un escalador poco dado a seguir las tendencias. Nómada de la roca, es un escalador que responde a la definición clásica de escalador. Así pues, la escalada clásica es lo suyo y ya lo ha puesto de manifiesto en varias ocasiones. En una entrevista reciente para Desnivel.com, ya nos develaba que “queda mucho margen de evolución en España” para este estilo de escalada. Hace unas semanas proponía 8b+ para la que era la vía más dura del país en autoprotección, superando incluso La fuerza de la gravedad 8b de Vadiello.
Antes de aquello, había viajado a Yosemite para intentar el Dawn Wall con Nalle Hukkataival y había repetido la icónica The Meltdown 9a de placa en Gales.
A la altura de los mejores
Con El boulder del pedal, Ignacio Mulero se sitúa a la altura de los mejores encadenamientos de estas características. De hecho, solo hay dos vías en Europa de escalada clásica consideradas más difíciles que esta propuesta madrileña: Tribe de Jacopo Larcher en Cadarese y Bon voyage de James Pearson en Annot. Eso sí, ninguna de las dos tiene una propuesta explícita de grado