Ainhize Belar es el último nombre que los aficionados a la escalada deportiva harían bien en recordar. Esta vizcaína de 14 años de edad (nació el 15 de enero de 2006) vive en el pueblo de Atxondo y acaba de anotarse el 8c femenino más precoz de España con la repetición de Gezurren erresuma en Valdegovía. Tiene un año menos que Iziar Martínez, que en julio encadenó Florida 8c en Rodellar con 15 años.
“Empecé a escalar gracias a la motivación de mi padre, como una actividad extraescolar”, nos cuenta Ainhize como presentación, y añade que “poco a poco, me fui enganchando y disfrutando del deporte, de estar con los amigos y la familia (que sin ellos no podría llevar a cabo los proyectos)”.
Su actividad escaladora se resume en los entrenamientos que lleva a cabo tres días a la semana en Aretxabaleta, bajo la tutela de Josean Mulas –entrenador vinculado también a la progresión de Patxi Usobiaga o Mikel Linacisoro–, a los que suma las salidas de fin de semana con su familia y amigos para escalar en roca. De este modo, ha protagonizado una progresión meteórica y ha pasado de realizar su primer 8a a principios de año hasta el primer 8c diez meses más tarde.
El año pasado debutó en el circuito de competiciones nacionales de edad juvenil, “aunque ya llevaba compitiendo algunos años en pruebas escolares y competiciones a nivel de Euskadi”, precisa.
«Ha sido todo un reto a nivel personal»
¿Qué representa para ti el haber encadenado esta vía y hacer 8c?
Para mí, ha sido todo un reto a nivel personal, pero sobre todo psicológico; un proceso de superación… ¡y me motiva mucho haberla encadenado!
¿Cómo describirías la vía?
Es una vía con unos movimientos muy bonitos y con bastantes tipos de agarres diferentes, aunque para mí tenía algunos pasos muy largos en los que he tenido que sacar mis propios métodos.
¿Cuánto te ha llevado encadenarla y cómo ha sido el proceso?
Empecé a probarla en julio, pero no me centré en ella, pues también estuve en otras escuelas como Apellaniz y Margalef. Ha sido la vía que más tiempo me ha llevado hasta ahora, y en los últimos pegues antes de poder encadenarla siempre me caía en el mismo paso, debido a un movimiento al que llegaba muy justa… También he tenido algún contratiempo, ya que se rompió un canto de la vía y me lesioné un dedo (tengo que agradecer a Mikel Maeso por arreglar el canto y a Andoni Ormazabal por ayudarme en la recuperación del dedo). Asimismo, la comprensión de mi hermano Ager ha sido muy importante para poder salir todos los findes.
«Encadené mi primer octavo este mismo año, en Araotz»
¿Cuál ha sido tu evolución en los octavos grados, es decir, cuándo y dónde has ido subiendo de grado?
Mi primer octavo lo encadené a principios de este mismo año, en Araotz. A partir de ahí fui progresando y encadenando más vías de este grado en diferentes escuelas. En verano, decidí probar algo más duro en Valdegovía, y aquí empezaron mis encadenes más «importantes», con un 8a+, 8b, 8b+, un 8a a vista… ¡Y ahora el 8c!
¿Tienes ya otros proyectos de esta dificultad en marcha? ¿Piensas en el noveno grado?
De momento, quiero escalar a vista y asentar el grado poco a poco, y sobre todo seguir disfrutando. Lo del noveno grado, es un sueño a largo plazo.
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