Mayan Smith-Gobat anunciaba el pasado sábado en sus redes sociales que Brette Harrington y ella ponían punto y final a la aventura que este verano austral las había llevado a las Torres del Paine (Patagonia chilena) para enfrentarse a Riders on the storm, la famosa vía de la Torre Central del Paine:
Patagonia mostró a Brette Harrington su cara brutal este año… Luchamos con todo lo que teníamos durante seis semanas y sólo obtuvimos una media de un día y medio de escalada por semana, y la mayor parte de ellos fueron una mezcla asquerosa de escalada mixta y artificial, que a menudo acababa en una tormenta de nieve y nosotras mojadas y congeladas de la cabeza a los pies. Pero hemos aprendido mucho y no hemos parado de reír… Gracias a Brette Harrington por ser una compañera increíble y a Drew Smith por sufrir con nosotras los malos momentos y capturarlos.
Unos días antes, la escaladora neozelandesa se admiraba de la labor de los insignes aperturistas de la vía: «Es increíble darse cuenta de lo que Wolfgang Güllich, Kurt Albert, Bernd Arnold, Norbert Bätz y Peter Dittrich lograron 26 años atrás; Riders on the storm es tan bonita como dura«.
Una vía futurista
Riders on the storm es una impresionante línea de 1.300 metros (7c, A3) en la cara este de la Torre Central del Paine. Sus cinco pioneros aperturistas pasaron seis semanas de 1991 en la remota Patagonia chilena para trazar el itinerario. El tiempo y sus fuerzas les permitieron invertir un total de 15 días en la pared.
Desde entonces, pocos escaladores han completado la repetición. De hecho, durante más de diez años permaneció en el olvido. Los checos David Stastny y Jan Kreisinger se encargaron de rescatarla en febrero 2002 con la primera repetición, que fue seguida bastante pronto por la segunda de los franceses Arnaud Boudet, Martial Dumas, Jean Yves Fredericksen y Yann Mimet (noviembre 2002). Cuatro años más tarde, fueron hasta allí los belgas Nico y Olivier Favresse, Sean Villanueva y Mike Lecomte que se anotaron la tercera repetición (2006).
De nuevo pasaron unos cuantos años antes de que alguien volviera a reparar en la vía. Fue Ines Papert quien quiso celebrar el 25º aniversario de la apertura de Riders on the storm intentando con Mayan Smith-Gobat la primera femenina y de paso completar la liberación, que está pendiente. La alemana y la neozelandesa lograron el primero de los objetivos y avanzaron bastante en el segundo de ellos: consiguieron escalar en libre los dos largos superiores que no habían sido liberados anteriormente y encontraron una nueva variante en libre de 5 largos para evitar la otra sección de artificial. Con su ascensión, la dificultad máxima en libre ascendió hasta el 7c+ y los largos por liberar se redujeron a 4.
Ines Papert renunció a regresar a Riders on the storm para intentar culminar el proyecto debido al compromiso y peligrosidad de la vía, que frecuentemente escupe rocas y hielo que se convierten en obuses contra los escaladores, como pudo comprobar en primera persona cuando uno de esos proyectiles de hielo golpeó su casco y lo partió por la mitad. Por su parte, Mayan Smith-Gobat ya adelantó nada más terminar la expedición del año pasado que intentaría regresar para completar el objetivo de la liberación… tampoco ha podido ser.