El equipo belga de big wall ha demostrado una vez más su enorme nivel y capacidad de superación ante las adversidades. En una temporada patagónica marcada por una meteorología nefasta que ha permitido bien pocas alegrías a los escaladores y que ha obligado a la retirada de la mayoría de ellos, Sean Villanueva, Siebe Vanhee y Nico Favresse consiguieron completar la primera ascensión en libre de El regalo de Mwono (1.200 m, 8a+) en la difícil cara este de la Torre Central del Paine.
No lo tuvieron nada fácil los belgas. De hecho, esta vía se halla justo a la derecha de la más famosa Riders on the storm, en la que Mayan Smith-Gobat y Brette Harrington se vieron obligadas a desistir de sus sueños de liberación por el mal tiempo. Sin embargo, se lanzaron a por la pared y progresaron lentos pero seguros hasta salir por arriba encadenando todos los largos. Eso sí, tuvieron que invertir 19 días en la pared, racionar comida y soportar tormentas y fuertes vientos.
El regalo de Mwono (en algunas fuentes citada como El regalo de Mwoma) fue abierta entre finales de 1991 y principios de 1992 por Paul Pritchard, Simon Yates, Sean Smith y Noel Craine, que completaron el trabajo dejado a medias por una cordada española en dos intentos previos. Los británicos realizaron una propuesta de grado de ABO 5.10 A4 que los belgas han forzado en una dificultad máxima de 8a+.
Vale la pena recordar que Nico Favresse y Sean Villanueva ya tenían una experiencia previa en la cara este de la Torre Central del Paine, pues fueron ellos dos y su compañero Ben Ditto los autores de la primera en libre de la vertiente, en 2009 a través de la más asequible vía Sudafricana (1.200 m, 7b+).
El relato de Siebe Vanhee
Ayer mismo, Siebe Vanhee describía someramente en sus redes sociales la experiencia vivida en El regalo de Mwono:
Sólo hace un mes cuando entramos en el Parque Nacional Torres del Paine, con una actitud modesta pero con un gran objetivo ante nosotros. Modesta, a causa del duro objetivo que nos habíamos marcado, de escalar en libre una vieja, impresionante y difícil línea de artificial: El regalo de Mwono (A4). Pero también humilde a causa de la intimidante naturaleza patagónica, que podía –y lo hizo– hacer que conseguir nuestro objetivo fuera todavía más emocionante y desafiante!
Vivir cada momento con precisión, anticipando el tiempo y tomando cada pequeña oportunidad para progresar, alcanzamos la cumbre de la Torre Central y logramos realizar una ascensión libre en cordada de toda la escalada! Para hacerlo, la cordada dedicó varios días a fijar cuerdas desde el suelo para finalmente trasladar el campamento a la pared, donde permanecimos un total de 19 días. A pesar de que sólo habíamos previsto 15 días en el muro, alargamos nuestras provisiones (racionándolas) cuatro días más para ser capaces de escalar en libre los últimos 35 metros!
Fue uno de los mejores y más intensos juegos mentales que he experimentado! Como dijo Nico Favresse: «Los dioses patagónicos estuvieron muy duros con nosotros esta vez!». El equipo estuvo fuerte y determinado, pero sobre todo motivado, ¡todos queríamos lo mismo! La línea era extraordinaria, con fisuras y diedros perfectos con roca de alta calidad, todo con protección natural (pero poca). Escalar en libre y alcanzar la cumbre en este tiempo alternativamente tormentoso, frío y ventoso fue un verdadero esfuerzo de equipo!
Muy buena y dura la actividad hecha por este equipo de barbudos y forzudos.Pero desde mi sofá, me gustaría ver dónde está el listón de escalar a vista en esas condiciones tan peludas.