Toda una declaración de intenciones de Jakob Schubert, que comienza 2022 tal y como terminó 2021, es decir, encadenando duro en roca. Si en diciembre resolvió lo más difícil de Siurana, con King capella 9b a la cabeza, no ha tenido que pasar ni la mitad del mes de enero para que haya sumado una nueva muesca en el terreno del 9b con la repetición de Erebor en Arco.
Una vía clave
Erebor es una vía importante, que se ha ganado un cierto espacio en la historia más reciente de la escalada deportiva. Nació como la más dura de Italia cuando Stefano Ghisolfi realizó la primera ascensión hace justo un año. Él mismo la había equipado, con la ayuda de Severino Scassa, como una variante más sencilla de su proyecto The lonely mountain y propuso para ella un grado de 9b/+.
Unos meses más tarde, a principios de octubre octubre de 2021, Laura Rogora realizó la primera repetición de Erebor, convirtiéndose en la primera mujer capaz de encadenar una vía con un grado superior al 9b.
Sin embargo, la llegada de Adam Ondra al sector cambió las cosas. El escalador checo la repitió en noviembre y sugirió quitarle la barra del grado y dejarla como 9b pelado.
9b a pesar de todo
Jakob Schubert está en la misma corriente de opinión que Adam Ondra, en este sentido. El vigente campeón del mundo de escalada de dificultad y medalla de bronce en los Juegos Olímpicos, ha apostado también por el 9b, a pesar de la rotura de una presa clave que dio al traste con su penúltimo intento. Él mismo lo contaba en sus redes sociales:
Erebor 9b. Menuda ruta tan guapa de Stefano Ghisolfi. Primero tuve un momento descorazonador arriba del todo, a punto de chapar la cadena, cuando se me rompió un buen talón. Afortunadamente, pude encontrar un nuevo método (un poco más duro pero sin cambiar el grado) y encadenar al siguiente pegue.
No parece que la vía le haya costado excesivamente. Jakob Schubert cuenta que ha necesitado un par de escapadas de dos días cada una para trabajar Erebor y llegar a encadenarla. “Y el primero fue con condiciones horribles”, apostilla.
Ahora tiene pendiente regresar para terminar el trabajo en The lonely mountain, que ya tiene matizada. Considera que esta vía es muy parecida en cuanto a dificultad, aunque con cuatro movimientos diferentes.
