Integrado en una familia de escaladores, David ha mamado las rocas desde que era un bebé, literalmente. Sus padres, Isabel Carbonell y Abraham Bermúdez –escaladores desde hace un par de décadas– les han inculcado tanto a David como a su hermana Adriana (dos años mayor, con hasta 8a+ encadenado) el amor por la escalada, así como los valores de este deporte en el medio natural, el que más practican, aunque no se pierden sus sesiones de plafón en familia un par de veces por semana.
Tuvimos ocasión de entrevistar a Isabel en el Especial Familias de la revista Desnivel nº423. Además de contarnos cómo compartían los pegues a octavos con sus hijos, especialmente en Cuenca, su zona local, Isabel nos habló de sus expectativas hacia sus hijos: «Personalmente, me gustaría que vivieran la escalada como algo verdadero, donde se comparte con los demás escaladores (independientemente del grado, la edad o sexo…), donde la superación personal y el esfuerzo son los principales motores para conseguir mejorar. Pero, ante todo, me gustaría que les siga aportando felicidad y plenitud».
Esta es la filosofía que les han transmitido, junto con un estilo de vida de furgoneta y viajes en el que el talento de David se hizo patente muy pronto. En 2021, con 12 años encadenó su primer 8b con la vía Duende de Cuenca, y desde entonces no ha dejado de progresar.
Su encadene de El calvario del sicario, según nos cuenta Isabel, le ha hecho especial ilusión: «David quería hacer El Calvario porque para él es una de las vías más emblemáticas de Cuenca y le hacía mucha ilusión poder encadenarla. El proceso ha sido muy rápido ya que le ha costado alrededor de 10 pegues, de los cuales 3 de ellos han sido en condiciones adversas por el frío que hizo en Cuenca durante 2 fines de semana. David probó la vía ya que está en un muy buen momento de forma, habiendo encadenado 8b+ en 5 intentos a finales de diciembre en Margalef.
La vía empieza por una placa de pasos largos sobre canto bueno, que le ha costado hacerla con fluidez, seguida por un notable desplome donde se encuentra la sección más marcada de la vía y después unos cuantos movimientos de aguantar hasta llegar a un reposo no del todo bueno. Después del reposo una sección de resistencia que finaliza con un lance en el que aún te puedes caer (David por suerte no se cayó ) y para terminar una placa fácil y disfrutona hasta aproximarse a la reunión».
El pasado sábado, 5 de febrero, con la subida de las temperaturas, la pudo encadenar, protagonizando un momento emocionante: «En el pegue del encadene, cuando llegó al bloque y lo pasó, David sabía que tenía muchas posibilidades de encadenar, tenia que ejecutar a la perfección el resto de movimientos para llegar al lance con capacidad para hacerlo», cuenta Isabel, «Todos los que estábamos abajo , lo sabíamos y por eso hubo un silencio hasta que David lanzó y cogió el canto. En ese momento, se emocionó y dijo “No me lo creo”. Ya estaba hecha, sólo quedaba disfrutar hasta la cadena. El encadene fue muy sólido, en todo momento se veía que iba muy fuerte y además supo templar en el momento crucial del lance».
La línea en cuestión, ubicada en el Museo de los Horrores, se caracteriza por su gran desplome. Fue la primera propuesta de 8c de Cuenca (y el tercera nacional), equipada en 1992 por Julio Fernández y encadenada por él mismo un año después. Posteriormente con el paso del tiempo se han ido rompiendo algunos cantos, elevando su cotación al 8c/c+ actual. Entre sus encadenes destacados, está el a vista de Adam Ondra en 2013. La primera y de momento única femenina la hizo Ana Belén Argudo en octubre de 2021.
El encadene de David no es solo destacable por ser la persona de menor edad en conseguirla, a sus 13 años, lo es también por su estatura (1,45 m) que le ha requerido buscar sus propios métodos en los pasos largos que presenta la vía.
David ha demostrado además su polivalencia y facultades en distintos tipos de roca. El pasado diciembre, en su primera incursión a la madrileña Pedriza, se llevó nada menos que ¡a vista! el 8a Correvuela, una línea del pionero Carlos Ruiz “Snoppy”, que combina la adherencia con las regletas y que no destaca especialmente por la cercanía de sus seguros.
De entre las muchas felicitaciones que ha recibido David por llevarse El calvario del sicario, nos quedamos de nuevo con la de su madre: «Increíble, pero no por el grado o la dificultad, que también, sino por tu autenticidad, tu humildad y tu manera de afrontar los retos. Porque la actitud vale oro y tú eres un claro ejemplo»,
