Seb Bouin ha cerrado un prolífico viaje a la cueva de Hanshelleren, en Flatanger (Noruega), con la repetición de la histórica Change, el primer 9b+ del mundo que firmó Adam Ondra en octubre de 2012. Hasta ahora, solamente la había repetido Stefano Ghisolfi, en septiembre de 2020.
El escalador francés ha completado así una estancia muy exitosa en la cueva escandinava, durante la que se ha anotado la repetición de Iron curtain 9a+ con rodilleras; la primera ascensión de los espectaculares 130 metros de Nordic marathon 9b/+ y la repetición de la citada Change 9b+.
Dos largos para el primer 9b+
La línea de Change consta de dos partes, con una reunión intermedia. El primer largo hasta la reunión ya supone unas dificultades de 9a+ por sí mismo. A partir de ahí, el segundo largo todavía mantiene un nivel alto de dificultad, que se podría estimar en 9a. Encadenarlo viniendo desde el suelo y tras haber superado el 9a+ de la primera parte supone un reto de primer orden.
Seb Bouin se marcó una estrategia consistente en escalar ambos largos de forma independiente antes de lanzarse a por el premio completo. Consiguió encadenar el primer largo de Change ya a mediados de julio, y el segundo cayó la semana pasada. A partir de ahí, tocaba intentar enlazar todo el recorrido desde el suelo.
Cuenta atrás de cuatro días
Change se convirtió en el principal objetivo de Seb Bouin en la parte final de su viaje. De hecho, solo le quedaban cuatro días para marcharse cuando comenzó a realizar intentos de encadenar la vía completa… Solo necesitó tres.
Así lo cuenta él mismo:
No sabía si serían suficientes para la vía entera. Mi cuerpo empezaba a sentirse machacado por esta cueva. Me sentía cansado del viaje. Pero quería jugar hasta el mismísimo final.
Día 1, las condiciones eran terribles. Había un ambiente húmero y muchas presas clave estaban mojadas. Decidí no escalar y esperar al día siguiente.
Día 2, todavía estaba húmedo, y las presas clave estaban un poco más secas, pero la humedad no me daba confianza. Decidí intentar la vía de todos modos. Era difícil esperar mucho más, sabiendo que me tenía que marchar pronto. Superé el primer largo, descansé mucho antes del largo 2. Luego superé la primera travesía clave del largo 2, y me caí justo después, en el segundo paso clave. Las presas estaban verdaderamente húmedas, casi mojadas.
Día 3, todavía me sentía realmente cansado de mi intento del día anterior, y no había dormido bien por la noche. No había planeado escalar –quería esperar hasta sentirme listo–. Subí hasta la cueva para comprobar las condiciones y asegurar a mi chica en su vía. ¡Las condiciones eran excepcionales! Estaba indeciso. ¿Debía probarla y aprovechar las condiciones? ¿O debía esperar hasta que estuviera completamente recuperado? Finalmente decidí intentar la vía. Fui literalmente flotando sobre las presas, debido a las buenas condiciones. Fue muy diferente del día anterior.
Estoy contento de poder decir que no cometí ningún error y de creer en que podía hacerla hasta el final, ¡y la hice! No suelo ser un tío del tipo “último día, último pegue”, pero esta vez funcionó.
Seb Bouin puntualiza que usó rodilleras para llevar a cabo su repetición de Change, igual que hizo Stefano Ghisolfi en su día. Adam Ondra, por el contrario, no las usó durante su primera ascensión de 2012. En cualquier caso, el francés no hace referencia a ninguna propuesta de modificación del grado de 9b+.