Enrique Beltrán ha comenzado el año 2024 donde lo dejó en 2023, es decir, en la novena dimensión. El escalador aragonés anunciaba el viernes pasado que acababa de pintarle el punto rojo a Mavericks, un proyecto de Dani Fuertes en Alquézar para el que propone un grado de 9a.
En sus redes sociales, la describe como “un rutón que surca buena parte del techo de la cueva sobre presas pequeñas y pies malos, un búlder bastante duro y una guindita en la última cinta”. Es, como bien dice él mismo “una de las dos líneas que quedaban pendientes en las cuevas de Alquézar”.
Con este encadenamiento, Enrique Beltrán eleva a la media docena su cosecha de novenos. Se estrenó en febrero de 2022 con la repetición de Supernowa en Vadiello y siguió en octubre de ese mismo año con la primera ascensión de A star is born en Foz de Zafrané. El año pasado sumó tres novenos más, con las repeticiones de Priorato de Sión en Alquézar y de Ali Hulk extension total en Rodellar, así como la primera ascensión de Pozo verde power, de nuevo en Foz de Zafrané.
¿Cuál es la historia de esta línea?
La línea ya la había equipado Dani Fuertes hace como tres años, que es la primera vez que fui a la cueva. Ese año todavía tenía la cuerda fija y ya el año pasado, a finales de temporada, Dani quitó la cuerda. Ha sido esta temporada cuando me he motivado, ya que tengo poco tiempo debido a mi trabajo, y mis amigos de Huesca suelen escalar allí por esta época, así que era perfecto para motivarse.
¿Cuánto tiempo le has dedicado y cómo ha sido el proceso?
Pues la empecé a probar la última semana de noviembre. El primer día no resolví varios movimientos y al día siguiente volví con Dani. Entre los dos sacamos varias secuencias y ya fue ir matizando hasta tenerla a punto.
¿Cómo fue el día del encadenamiento?
El día del encadenamiento fue perfecto. Hacía sol pero había frío de la noche. Las condiciones eran muy buenas aunque yo estaba un poco cansado, ya que los jueves equipo en Nowa; pero ya varios de mis 9a’s los había encadenado en viernes… Estaba un poco fatigado ya que llevaba diez días seguidos escalando o equipando, pero el pegue fue perfecto y me sentí bastante bien durante todo el pegue.
¿Qué parte te costó más?
La parte que más me costó fue conseguir llegar al reposo, ya que es una parte muy física en techo sobre presas malas y pies lisos, con alguna rodilla técnica de progresión y una arista roma para entrar al reposo que es bastante compleja. Una vez en el reposo de rodilla, puedes llegar a quedarte sin manos, pero no puedes estar mucho rato ya que es bastante tensa. En cuanto sales de ahí, tienes un movimiento de helicóptero y te das la vuelta completamente. De ahí, viene el búlder en que vas enlazando un paso de hombro con un talón y ya dos cintas de cazos y rodillas. Es importante ahí reposar, ya que entrando a la reunión tiene una remada muy larga de un bidedo a un tridedo invertido. De ahí, tres pasos sobre presas pequeña y pies muy malos para llegar al canto
¿Con qué otras vías la comparas para argumentar la propuesta de grado?
La verdad es que puede que sea la más dura que he encadenado, o similar a la de la Foz de Zafrané. Por comparar, sería más similar a la línea de Alí Babá [Rodellar], con una primera parte física hasta el reposo y luego otra parte de vía más de escalar con un búlder.
Dices que queda otra línea pendiente en Alquézar, ¿sería tan dura como esta?
Sí, todavía queda sin resolver una línea, también de Dani Fuertes, que él estuvo muy cerca de hacer el año pasado. Es muy a bloque y, viéndole un poco y algún pegue que he dado, seguramente también podría ser noveno.
¿Qué planes tienes para 2024? ¿Igual ir a vías más difíciles?
La verdad que sí que me siento preparado para afrontar el siguiente nivel. Me gustaría tener más tiempo pero, por compatibilidad, seguramente será por Rodellar, ya que ahí sí puedo ponerme proyectos a largo plazo. Pero lo más importante es que me siento preparado para el siguiente nivel.
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