Editorial
Sin trampa ni cartón
Todo el mundo habla estos días del Everest. Conocedores del alpinismo, neófitos o ciudadanos ajenos al mundo de la montaña se han puesto de acuerdo a la hora de sentirse escandalizados al contemplar esas imágenes y vídeos de messners-de-todo-a-cien aferrados a una cuerda kilométrica que comienza en el campo base y acaba en la cima. Una oruga interminable de colores chillones y cuerpos temblorosos y jadeantes que avanza lentamente (en el mejor de los casos) por glaciares, laderas y aristas.
Cada grupo va acompañado de sus correspondientes porteadores, quienes cargan y suministran oxígeno, además de algunos “medicamentos” para mantener activos a sus clientes y reanimarlos llegado el momento. La experiencia se me antoja… apocalíptica, por decir algo: atado y embotellado, sin poder moverte durante horas –tiempo que debe de parecer una eternidad en el Escalón Hillary o bajo los seracs del Khumbu (para que digan que “ya no existe el riesgo en el Everest”…)–, tu compañero de delante intenta orinar a un palmo de ti y contra el viento, el de detrás ha tenido un apretón, pero ni si quiera ha hecho el amago de abrirse el mono (por su mirada de los mil metros, es muy posible que el sherpa esté ya calculando el lugar donde abandonar su cuerpo).
Para rematar, los que han conseguido pisar la cima (el 22 de mayo fueron unos 200) tienen que aguantar allí, entre mareos y vómitos, el sonido agonizante de un saxofón congelado (literal, hay hasta un vídeo). Sorprende que muchos de los que siguen la actualidad cada temporada de los ochomiles se sientan tan ofendidos ante una situación que no es nueva. Cuerdas fijas, sherpas de altura, tanques de oxígeno, helicópteros… son habituales desde hace años en los techos del mundo. Incluso personajes considerados adalides del himalayismo practican este estilo.
Cierto es que ahora hay miles de demandantes y la situación está (más) descontrolada, pero tal desvirtuación del sentimiento montañero en su sentido más amplio viene ya de lejos. Nosotros, mientras, seguimos en nuestra ingenua tarea de predicar que no todo vale, transmitiendo las escaladas que nos emocionan, como la de la cara este del Jannu, la invernal del Monte Macdonald, la solitaria de Lupghar Sar Oeste, la primera del Janhukot o el encadenamiento de La Rambla… Sin trampa ni cartón.
Texto: JM Velázquez-Gaztelu.
Los 9a+ de Margo Hayes. Trilogía extrema
El pasado marzo, Margo Hayes se hacía con Papichulo (9a+), en Oliana (Lérida). Tras este encadenamiento y sus anteriores a La Rambla (Siurana) y Biographie (Céüse, Francia) la joven escaladora norteamericana completaba la considerada “trilogía del 9a+”.
Texto: José Manuel Velázquez-Gaztelu.
Actualidad. Nuevos productos
- Mochilas Gravity 35 de Grivel.
- Bota selvática de Aku.
- Chaqueta Elevation Power Hoddie de Millet.
- Pantalón Orbayu de Trangoworld.
- Gorra Run Cap de Buff.
- Cinta Exprés Photon Express KS de Camp.
- Pie de gato Testarrosa de La Sportiva.
- Sandalias Terra FI 5 de Teva.
Actualidad cultural
- «Málaga. Guía de escalada» por Raúl Enríquez y Rafael Ruiz.
- «Solo en la pared» Reedición actualizada por Alex Honnold.
- «Alta ruta de los perdidos» por VV.AA.
- «Ferratas del Levante Peninsular. Comunitat Valenciana y Región de Murcia» por Aitor Martínez.
- «¿Quieres escalar? Aprende con Catherine Destivelle» por Catherine Destivelle.
Hansjörg Auer. La voz interior
Poco después de preparar esta entrevista, recibimos la noticia del accidente que acabó con la vida de Hansjörg Auer, así como de sus compañeros de cordada –Jess Roskelley y David Lama– aquel día fatídico. Hemos querido no obstante que viera la luz. En ella Hansjörg relataba su última solitaria en el Lupghar Sar West y nos hablaba de su fami- lia, de sus creencias y de cómo se dejaba guiar por su voz interior.
Texto: Eva Martos.
Jannu Cara este. Tenacidad rusa
Aunque la cima este del Jannu continúa invicta, la escalada de Dmitry Golovchenko y Sergey Nilov se puede considerar una de las grandes ascensiones himaláyicas de la temporada y un hito de supervivencia en montaña y escalada técnica a gran altitud. En total, 12 días para alcanzar 7360 metros por la cara este (a 350 de la cima) y seis para descender al límite por la arista sur con unas condiciones extremas y un riesgo enorme de avalancha.
Texto: Dmitry Golovchenko.
Fisuras pirenaicas Aigüestortes
En el corazón granítico del Pirineo catalán y escoltado por las altas cumbres de la región Pallars-Aran-Ribagorça, la Vall Fosca, la Val d’Aran y la Vall de Boí, se esconden seguramente las mejores fisuras de toda la cordillera. Esta es una cuidada selección de las mejores líneas para los seguidores de los cerrojos y elegantes bavaresas.
Texto: Oriol Baró.
Mosquetones, 2ª parte. Tipología, formas y usos
Si en el número anterior profundizamos en el origen de los mosquetones y en su evolución en la historia de la escalada, en esta entrega tratamos a fondo sus formas y utilidades, usos, marcaje, mantenimiento, longevidad y resistencias.
Texto: José Isidro Gordito.
Relatos de montaña. Escala palestina
Ando de regreso para Madrid. Estoy esperando en la puerta de embarque E9 de la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional Ben Gurión –en Tel Aviv– mientras leo el libro de Robert Moor titulado En los senderos. Reflexiones de un caminante. Me parece irónico estar leyendo un libro sobre caminos en un contexto marcado por la obstaculización constante del movimiento, y donde la frontera alcanza un nivel mastodóntico y omnipresente.
Texto: Olga Blázquez Sánchez.
Gasherbrum 1958. El relato inédito de una conquista
Hay tesoros que necesitan su tiem- po para salir a la superficie, como un glaciar que devuelve casi intacto aquello que quedó sepultado. Así, dentro de una carpeta, entre mil papeles más, se asomó Gasher- brum 1958. El relato inédito de una conquista, un texto escrito por Walter Bonatti hace 60 años y que ahora ve la luz.
Texto: Pati Blasco.
Análisis de accidentes
Falló la seguridad en la Ultra de Gredos
Una serie de accidentes e incidentes ocurridos durante la primera edición de la Ultra de Gredos (en 2014) pusieron de manifiesto importantes fallos en los protocolos de seguridad, así como la falta de experiencia de la organización y la ausencia de toma de decisiones acertadas, antes y durante la prueba.
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