El atleta y embajador de Karpos, Silvan Schüppbach, completó recientemente un reto al alcance de muy pocos escaladores. Schüppbach realizó el que ha bautizado como Wenden 7×24, un fantástico proyecto que implica escalar 7 vías de séptimo en 7 sectores diferentes de la enorme mole caliza de Wenden, en 24 horas y de manera consecutiva.
El Wendenstöcke es una montaña de múltiples cumbres de los Alpes Uri, con vistas a Gadmen en el cantón de Berna, donde podemos encontrar vías de escalada exigentes, difíciles y largas y donde todo gran escalador debe “graduarse” tarde o temprano. Silvan Schüppbach no es ningún novato en esto y por eso su reto Wenden 7×24 iba mucho más allá.
Aún así, el escalador suizo ya sabía que se encontraba ante una tarea casi imposible: “Este proyecto siempre me pareció imposible”. Y aun así se puso manos a la obra con la clara determinación de descubrir sus límites físicos y mentales.
Finalmente, Schüppbach, gracias por supuesto a un gran equipo de colaboradores, fue capaz de cumplir este magnífico reto en el tiempo estimado. Según explica el propio protagonista, hubo muchos momentos de gran dificultad, pero quizás el mayor de ellos fue tener que escalar el técnico Gemini (200 m, 7c) en plena oscuridad a las 3:30h de la madrugada.
También, la última vía, Imago (250 m, 7b) fue muy complicada debido al esfuerzo acumulado y al cansancio mental. Aun así, el éxito del proyecto ideado por Silvan Schüppbach reside en gran medida en la planificación y organización de las rutas. “Yo ya había subido todas las vías previamente –explica el atleta de Karpos–, pero la clave estaba en evaluar cuál era la mejor manera de enlazar unas con otras y cómo gestionar el cambio de sector”. La logística también fue una pieza fundamental para el éxito de este proyecto.