Edu Marín ha protagonizado una de las expediciones de escalada en roca más interesantes de este verano en Pakistán. El escalador barcelonés se marcó como objetivo repetir la mítica Eternal Flame a la Nameless Tower (6.239 m) en libre y ha estado consagrado al proyecto durante un mes y medio en el que ha soportado las inclemencias meteorológicas características del Karakórum. Finalmente, ha dado por concluida la expedición tras haber escalado la vía aunque con la liberación pendiente. Quiere regresar el próximo año.
La historia de Eternal Flame
Eternal Flame es una de las vías más emblemáticas del big wall mundial. Fue abierta por la legendaria cordada de Kurt Albert y Wolfgang Güllich en 1989, siguiendo el espolón sur de la Torre Sin Nombre, en el macizo del Trango. Los propios primeros ascensionistas consiguieron forzar en libre la mayor parte de la ruta, excepto cuatro largos. Escalar dificultades de hasta 7a+ a 6.000 metros de altitud fue una actividad realmente avanzada para aquella época.
En los años siguientes escaladores de todo el mundo intentaron forzar en libre Eternal Flame. En 2003 el suizo Denis Burdet consiguió encadenar en libre dos de aquellos cuatro largos, superando dificultades de hasta 7c+, con Nicolas Burdet y Toni Arbonés. En 2005, Iker Pou encontró una posible solución al “problema” del largo diez, al descubrir una variante a la derecha, pero el mal tiempo le impidió encadenar el largo.
En verano de 2009, los hermanos Thomas y Alexander Huber tuvieron la suerte de encontrar la pared en perfectas condiciones y también de contar con un periodo de tiempo excelente, lo que les permitió realizar el primer encadenamiento de la ruta. Después de trabajar los primeros cuatro largos de la ruta y encontrar una variante que les permitía evitar (escalando) el péndulo del segundo largo, los Huber tuvieron que esperar unos pocos días a que llegara un periodo de buen tiempo. En cuatro días lograron encadenar en libre los 24 largos, superando dificultades de hasta 8a.
En los años que han pasado desde entonces, varias cordadas se han acercado a Eternal Flame y la han escalado, aunque hacerlo en libre es harina de otro costal. No solo depende del nivel físico, técnico y psicológico de los escaladores sino también de una meteorología generalmente poco dispuesta a colaborar. Allí estuvieron, entre otros, David Lama, Peter Ortner y Corey Rich en 2012 o Ekaitz Maiz y Álex Txikon en 2014.
El transcurso de la expedición
Edu Marín llegó a los pies de la Nameless Tower a mediados de julio, en compañía de Miquel Mas y Marc Subirana. Su estrategia consistió en intentar escalar la vía completa en la primera ocasión que la meteorología se lo permitiese. A continuación, trabajaría en la liberación de los largos que hubieran quedado pendientes.
Finalmente, y tras unos días de muy mal tiempo y temperaturas alrededor de -10ºC, consiguieron escalar la ruta y hacer cumbre en la Nameless Tower el 27 de julio. Edu Marín dejó seis largos por liberar y decidió alargar la expedición para conseguirlo. Sin embargo sus dos compañeros tuvieron que regresaron a casa en las fechas originalmente previstas para atender compromisos laborales.
Edu no se rindió y contó para ello con la improvisada cooperación de una cordada vasca (Amaia Agirre y Julen Berrueko) con la que coincidió allí. “Las condiciones son difíciles y la altura es un factor limitante para rendir al máximo, pero he venido hasta aquí para hacer realidad un sueño y no quiero irme con la sensación de no haber hecho todo lo posible”, comentaba el escalador catalán en redes sociales aquellos días.
Junto con sus nuevos compañeros, fue liberando algunos largos pendientes y también llegó a la conclusión de que lo mejor era seguir la variante en libre trazada por los hermanos Huber en una sección de la vía original “imposible de escalar, completamente lisa”. El 20 de agosto compartió en sus redes que había conseguido liberar otros dos largos de 7c al segundo intento y que ya solamente le quedaban otros dos pendientes, aunque “el invierno se acerca ya aquí”.
Retirada y fin de la expedición
Finalmente, la meteorología se impuso y Edu Marín tuvo que dar por terminado su intento sin haber acabado de liberar todos los largos, una tarea que se impone para la próxima temporada. Entonces regresará para terminar el trabajo, acompañado como en otras ocasiones por su padre y su hermano.
Ahora conozco bien la vía, toda la logística, la temporada adecuada, etc. Estoy motivado por intentar escalar la vía en el estilo más puro: en libre, en un intento desde el suelo.
Hasta existe un documental de este ascenso chileno, esta es su sinopsis: En la primavera de 2019, cuatro chilenos partían hacia la región de Gilgit-Baltistán, en el norte de Pakistán, con la mirada puesta en la cima del conjunto de granito más imponente del mundo: la Torre sin Nombre en las Torres del Trango. Ante ellos el reto de repetir la ruta abierta en el año 1989 por una de las cordadas alpinas más fuertes quizás de la historia, la formada por los alemanes Wolfgang Güllich, Kurt Albert, Christof Stiegler y Milan Sykora.
Sebastián Rojas, Diego Señoret, Diego Sáez y Nicolás Gutiérrez deciden tomarse un respiro el 16 de julio en la Sun Terrace a 5.548 metros antes de afrontar la cumbre. Lo que no sabían era que estaban ante una de las peores noches de su vida.
Varias veces he visto notas sobre eternal flame, pero en ninguno de los casos se hace referencia a la expedición chilna de Sebastián Rojas, Diego Señoret (QEDP), Diego Sáez & Nicolás efectuada con éxito en la primavera de 2019.