La Torre del Trango o Nameless Tower (6.239 m) es una notoria aguja que sobresale del macizo de las Tores del Trango, en el corazón del Karakórum paquistaní. Sus graníticas paredes verticales son una referencia de la escalada técnica a gran altitud, un icono del big wall por encima de los 6.000 metros. Ese es, nada más y nada menos, el objetivo que se han marcado Janusz Golab, Maciej Kimel y Michal Krol para las últimas semanas de invierno.
Big wall invernal
El plan de la cordada formada por los tres polacos se centra en la vía Británica, por la que Joe Brown, Mo Anthoine, martin Boysen y Malcolm Howells completaron la primera ascensión de la Nameless Tower en julio de 1976. Aquellos pioneros británicos fueron los primeros en trasladar el estilo big wall a una gran montaña de los Himalayas y los tres polacos sueñan con llevar un poco más allá la nueva tendencia del big wall invernal.
Una tendencia en la que los alpinistas de Polonia vienen destacando. De hecho, muy a finales de la pasada temporada de otoño, sus compatriotas Marcin Tomaszewski y Damian Bielecki ya abrieron cerca de allí Frozen fight club (780 m, A3, M7) en la Uli Biaho Gallery (4.500 m) en condiciones invernales.
Invierno meteorológico vs invierno astronómico
De hecho, algunos considerarían la ascensión de Tomaszewski y Bielecki (con temperaturas de hasta -32ºC) más invernal que la expedición de Golab, Kimel y Krol. Los primeros llevaron a cabo su escalada en el mes de diciembre, pleno invierno para los partidarios de la definición de invierno meteorológico, que iría desde el 1 de diciembre hasta el 28 de febrero.
En cambio, los segundos van a la Nameless Tower con la idea de ascender en el mes de marzo. Sin duda, todavía invierno desde la perspectiva del calendario y de la definición de invierno astronómico, pero fuera de fechas invernales según la definición del invierno meteorológico.
Muchas incógnitas
Janusz Golab, Maciej Kimel y Michal Krol se enfrentan a muchas incógnitas en su proyecto de escalar la Nameless Tower en invierno. La ruta Británica consta de 1.100 metros de desnivel y es bien sabido que en verano presenta dificultades del orden de VI, 5.10, A2. Sin embargo, no está claro cuáles serán las condiciones de la línea con frío extremo y hielo.
La idea de los tres alpinistas es intentar su ascensión tirando solamente de piolets y crampones. Esperan, pues, que el hielo ofrezca continuidad durante todo el trayecto, recubriendo la roca y rellenando las fisuras.